ORMESÍ, ‘cierta tela fuerte de seda’, voz oriental de origen incierto, quizá del nombre de Ormuz, isla y puerto del Golfo Pérsico, gran factoría de los árabes y los portugueses en su comercio con el Océano Índico.

1.ª doc.: 1680, Pragmática de Tasas (Aut.).

Afines a la palabra castellana son el port. armezim, que Bluteau y Saraiva definen como tafetán procedente de Bengala (también ormezim, Fig.); fr. armoisin [1541; armoisy, 1533]; it. ermeɊino [med. S. XVI], ormeɊino [1561, Citolini; 1580, Balbi; y frecuente en el S. XVI]; ingl. armozeen [1599]. Ya en el S. XVII Huet, en el dicc. de Ménage, propuso derivarlo del nombre de Ormuz, y esta opinión fué seguida por el DGén., por el REW (6102), y por lexicógrafos más especializados y técnicos en la materia, como Yule en su diccionario anglo-indio y Dalgado en el Glosario Luso-Asiático. Ninguno de ellos da una demostración documental, y quizá no sea posible darla, pero teniendo en cuenta el dato de Bluteau y Saraiva relativo a la procedencia de este tejido, no es improbable que esta etimología sea cierta, dada la importancia capital que Ormuz tuvo primero en el comercio de los árabes con el Oriente, y después, una vez tomada por Albuquerque esta estratégica posición, en el comercio de los portugueses; prueba Dalgado con numerosos testimonios que Ormuz era llamado Armuz, Armuza o Armusia en los textos del S. XVI portugués, de suerte que tampoco habría la menor dificultad fonética1.

Sainéan, La Langue de Rabelais I, 133, 150, asegura que armoisy es duplicado de cramoisi, el it. ermesino lo es de chermesino, el gr. mod. χερμεζί de κριμεζί, y cita otras formas análogas en lenguas balcánicas, de suerte que ormesino y afines vendrían del ár. qarmazî ‘carmesí, escarlata’; pero no da base alguna que permita vencer las numerosas dificultades fonéticas, semánticas e históricas que presentaría esta etimología, sugerida sólo por el parecido de las dos formas francesas: pero es probable que el francés no recibiera el vocablo directamente y que el diptongo oi de armoisi(n) se deba a una alteración por influjo meramente externo de cramoisi; la afirmación de Sainéan de que el ormesí era primitivamente escarlata no se funda en nada; por el contrario el testimonio que él cita de 1541 y los reunidos por Yule demuestran que por lo común era negro, y otros como el italiano de 1590, y los españoles, hablan de aguas y colores cambiantes; finalmente no hay testimonio alguno de que el gr. mod. χερμεζί sea antiguo y pudiera servir de intermediario para las formas europeas, según quiere Sainéan, y todo nos conduce a creer que esta y las demás formas balcánicas deben de ser extranjerismos recientes. Debe rechazarse, pues, esta etimología, a pesar de la aceptación de Gamillscheg2. En cuanto a la forma castellana, es seguro que no viene del árabe (pues habría entonces c y no s), ni tampoco del italiano (en vista de la terminación ); su fuente inmediata sería el portugués, a no ser que se trate ―en vista de ― del catalán (donde por lo demás no tengo datos del vocablo).

1 En las Mil y Una Noches figura el adjetivo -r-m-w-y como calificativo de un velo que le bajaba a una mujer desde la cabeza sobre el rostro. Dozy, Suppl. II, 122, no sabe de qué clase de tejido se trata. Como el waw y el zay se parecen, quizá deba leerse armuzí, testimonio temprano de nuestro vocablo.―

2 El libro de Lammens que éste cita no se refiere para nada al origen de nuestro vocablo.