ORENZA, arag. ‘tolva’, es alteración de la variante gruenza (pasando por la (g)urenza), en catalán gronsa, y éste procede del cat. engronçar o gronxar ‘columpiar, mecer’, por el movimiento oscilatorio a que estaban sometidas las tolvas antiguas con objeto de que el grano cayera más fácilmente.

1.ª doc.: 1859, Borao (ed. 1908).

Gruenza figura en el propio Borao y ya en Peralta (1836), y gronsa es la forma empleada en catalán de Lérida y otras partes. Fundamenté esta etimología en BDC XIX, 32-33, que puede verse para más detalles. Variantes aragonesas: guama en Graus y Venasque (de donde se ha extendido al catalán del Isàvena, Ribagorza, Áneu y Cardós, y, en la ac. secundaria ‘barranco en forma de embudo’, en Peralba de Meià), güenza en Fonz, brenza en Sallent y Sercué, branza en Sercué, grenza en Broto, orenza en Ansó, aurenza en Villarreal (VKR VIII, 359; IX, 45; AORBB II, 259; Bergmann, Grenzgebiet Ar.-Nav., 70; Ferraz). Ante una área tan grande se hace algo difícil creer que no haya ahí un vocablo diferente, no tomado del aragonés; quizá no sea así, sin embargo.

A pesar de que el origen lejano de lo anterior parece ser un célt. CROTTIARE, el vco. labortano (del SE.) kuxa ‘trémie de moulin’ (Azkue) es difícil que vaya con esto, aunque no se le ve parentela vasca y una k- inicial vasca es siempre sospechosa de préstamo. Araquistain (1746) anotaba como equivalente navarro de tolva «laurenza, calapacha»; Michelena cree que aquél debía usarse como interpretación románica de éste, pero la aglutinación sería más comprensible si fuese vasco, Azkue da laurenza como del roncalés.