OREJA, del lat. AURէCŬLA, diminutivo de AURIS ‘oreja’, que ya en poetas de la Edad de Plata aparece reemplazado por su diminutivo.
1.ª doc.: orígenes del idioma (doc. de 1120 [Oelschl.], Berceo, etc.).
El empleo de oreja con el sentido de ‘asa de una vasija’, que hoy se registra en Costa Rica (Gagini), Colombia, Argentina3 y otras partes de América, está ya en Nebrija, y tiene paralelos semánticos en griego, árabe, inglés y otros idiomas4.
Aurícula es duplicado culto de oreja.
DERIV.
Orejales judesp. ‘pendientes’ (BRAE V, 356). Orejear [«mover las orejas», Nebr.]; en la Arg. ‘acechar’5; orejeado. Orejera; orejero ‘chismoso’ arg. (Garzón; Carrizo, Canc. de Tucumán, s. v.). Orejeta. Orejón ‘pedazo de fruta seca’ (en España, etc., de melocotón o albaricoque; en Cuba, de plátano: Ca., 230); ‘paperas’, oído en Salamanca, sentido que tiene también el gall. orellons (Vall.), orellós usual en Lemos (apéndice a Eladio Rdz.) y que se debe a que se trata de una inflamación de las parótidas, glándulas situadas debajo de las orejas; de *orelliños, por disimilación de palatales (ayudada por el influjo de orgo = órgano), salió el gall. orguiños ‘ganglios en el cuello o en otra parte’ usual en Porrino (entre Pontevedra y Tuy, Apéndice a Eladio Rdz.)6. Orejudo [Nebr.]. Orejuela. Desorejar; desorejado; desorejamiento. Auricular, derivado culto de auricula. Del gr. οȕς, ϕτóς del mismo significado y procedente de la misma raíz indoeuropea que el lat. auris, son derivados otitis y parótida.
CPT.
De ahí también los compuestos: otacústico; otacusta; otalgia; otología y otólogo; otorrea; otorrinolaringología (compuesto con Ǧίς ‘nariz’ y λάρυƔξ ‘laringe’); otoscopio, otoscopia.
Pestorejo ‘la parte posterior del pescuezo, carnuda y fuerte’ [Alex., 137c, 515c; «pestorejo de puerco: sinciput», Nebr.; Covarr.; Aut.], disimilación7 de post-orejo, del lat. POST ‘detrás’8; pestorejazo; pestorejón [Covarr.; Aut.]; pestorejada ‘golpe en el pestorejo’ [prestojada, h. 1300, en el Caballero Zifar9; pestorejada, h. 1580, Juan de Pineda, Agric. Crist., dial. 16, § 12]. Análogamente port. tesorelho ‘parotiditis’ viene por disimilación de tresorelho < tras-orelho y empezaría por designar las propias parótidas y pescuezo.
1 Ya muy frecuente en cantigas del S. XIII: muchos casos en las de Sta. María, de Alfonso X (glos. de Mettmann), con el derivado orelhada ‘golpe en la oreja’, en el mismo y en Martín Soárez (R. Lapa, CEsc. 290.4).― ↩
2 Oricla aparece como nombre de persona en una inscr. del CIL V (Galia Cisalpina) y en otra de la zona de los mediomátricos (CIL XIII 4293): en ésta es masculino: sin duda se trata de una especie de apodo, por auricula y no de un nombre precéltico (como sospecha Weisgerber, RhGC 231, 334). Oris parece ser la forma empleada por Tácito. Y otras varias lenguas indoeuropeas dan pie a la sospecha de que sea la ō lo antiguo y etimológico, vid. Ernout-M. s. v. auris.― ↩
3 Ahí asa ha caído en desuso; el lenguaje vivo sólo emplea oreja o bien manija.― ↩
4 Vid. Cuervo, Ap. § 520, n.― ↩
5 El revolucionario Bartolomé Hidalgo, a princ. S. XIX, escribe ya, hablando del gobernador español del Perú: «en Lima hay tanto patriota / que Pezuela anda orejiando» (I, v. 174, en Tiscornia, Poetas Gauchescos). «Sabían que la rusa era lindaza; la habían orejeado a la luz cenicienta del último cacho de luna», F. Silva Valdés, La Prensa de B. A., 26-VII-1942.― ↩
6 A esto se referirá ya Sarm. al decir que orgo sería en Pontevedra «la glándula que suele nacer en la garganta» (CaG. 225r); como ahí y en 156v, lo que anda buscando Sarm. es la explicación de un topónimo Monte do Orgo, montecito junto a Pontevedra, y la primera vez presta fe a la declaración de un viejo que explicó que «o orgo do monte significa ombligo» y la 2.ª vez ya ha oído él que no es ombligo sino ‘glándula’ no tenemos por qué aceptar ni la fantástica explicación ‘ombligo’ ni la forma orgo en vez de orguiño: todas son interpretaciones algo aproximadas o arbitrarias, como las que suelen hacer los aficionados a la toponomástica. Y mucho menos hay que aceptar las atrevidas deducciones que del texto de Sarm. han hecho luego varios léxicos gallegos (reunidas por Pensado, pp. 151-2), llegando hasta inventar un órgano u orbo ‘infarto de las glándulas, etc.’.― ↩
7 Con disimilación diferente pastorejo en el ms. de P del Alex., pasajes citados, forma que no se debe a la supuesta tendencia del aragonés (que en realidad es sólo catalana) a cambiar e pretónica en a; como daba a entender Morel-Fatio en la p. xxv de su introducción. Tampoco hay por qué postular una forma *puestorejo, como hacía Ford, Old Spanish Readings, supuesto gratuito según observa Hanssen, BDR III, 122.― ↩
8 Hoy conservado dialectalmente: Salamanca (Lamano); en Cespedosa es ‘parte alta de la espalda’ (RFE XV, 278), el ast. pistoreyu se aplica al pescado (Vigón); para otros dialectos, vid. Zamora V., RFE XVII, 235. Además trasm. pestarelhos «carrilheiras, enfarte das glándulas debaixo das orelhas» (RL I, 215).― ↩
9 Postorejada pasaría a *postrejada y luego con metátesis prestojada. Equivale a ferida en la mexiella, y está sustituido por palmada en la 1.ª ed.; otro ms. trae la variante seguramente incorrecta pestojada. Vid. ed. Wagner, 200.10. ↩