OLIVO, del lat. vg. OLզVUS íd., sacado del lat. cl. OLզVA ‘olivo’ y ‘aceituna’.

1.ª doc.: doc. de 1147, Oelschl; Berceo, S. Or., 141b; etc.

Ha sido la forma predominante, por lo menos desde el Siglo de Oro. El lat. cl. OLզVA, como nombre del árbol, pasó también al castellano: lo emplea Berceo (Duelo, 52), figura en el glosario de Toledo («oleaster: oliva campesina»), APal. («las olivas, que dan muy buena lumbre de sí», «olea es árbol de oliva y también el fructo», 245b, 323b), Nebr. («olivar, lugar de olivas: olivetum»), Hernán Núñez (1499), G. A. de Herrera (1513), etc. (V. Aut.); también se dijo azeituno (APal. 324b). Cej. VII, § 107. OLզVUS ‘olivo’ aparece en versiones de Oribasio, del S. VI (en la de Ravena, A. Thomas, Mél. Louis Havet 1909, 501ss.; otras citas en Walde-H.); se ha conservado solamente en castellano y en el it. olivo (ulivo), aunque oliu aparece petrificado en la Toponimia catalana, y se emplea todavía en el Rosellón (Grandó, Misc. Fabra, s. n.) y parte del Languedoc. Por lo demás se han generalizado derivados: port. ant. olveira (hoy oliveira por reacción culta), cat. olivera (dial., oliver), oc. y fr. olivier.

DERIV.

Oliva [para la ac. ‘olivo’, V. arriba; ‘aceituna’, Berceo, S. Or., 141; ac. que hoy se conserva en Andalucía, según Aut., y en Aragón según Borao]1. Olivar m. [1374, BHisp. LVIII, 362; Nebr.] olivarero. Olivar v. [‘podar las ramas bajas de los árboles, como se hace a los olivos’, Acad. 1914 o 1899; desde Aut. se registró olivarse ‘levantarse unas ampollas en el pan al cocerse’2, ac. que es hoy catalana, pero no es seguro si viene de oliva ‘aceituna’ o de oliva ‘adiva’, que se halla, p. ej., en el Canc. de Don Denis, v. 2772]. Olivarda ‘Eupatorium cannabinum’, ‘variedad de neblí de color aceitunado’3 [Acad. 1843, no 1817; en la ac. botánica, libârda mozár., en el anónimo sevillano de h. 1100 y en Abenbeclarix (en uno de los códices se podría leer Ȑalibârȝa o Ȑulibârȝa), Asín, 156, Simonet, s. v. olivarda], tomado del cat. olivarda ‘Inula viscosa’ [S. XIV], derivado de oliva, según Simonet, por el parecido de sus hojas con las del olivo, pero más bien será, como me observa el botánico Masclans, por el cecidio o agalla en forma de aceituna que cierto parásito engendra en esta planta4. Olivastro. Olivera (así hoy en Aragón, Borao, como en cat.). Olivero. Olivillo. Olivino. Olivoso.

Óleo [principio del S. XVII, para los santos óleos; en la ac. general se empleó olio, desde Berceo y Apol., y todavía en APal. 50d, l00d, 103b, 323d, etc.; Nebr. «olio, lo mesmo que azeite»; así escribe todavía Hernán Núñez en 1499, y en ciertas frases, especialmente la adverbial (pintar) al olio está en la Pícara Justina y aun en Aut.5; Cej. VII, § 108. Curiosa la expresión olio del trigo que emplea Sarm. CaG. 226v, en una definición en castellano para expresar lo fino de la harina, a diferencia de los elementos más bastos y del salvado], descendiente semiculto del lat. ŏlĕum ‘aceite’, que lo mismo que olīva, se tomó del gr. ƒλαι?ον íd. (o del femenino correspondiente) en fecha antigua6; oleada, oleaza (que en realidad se pronuncian con i); oliera. Cultismos. Oleáceo. Oleaginoso; oleaginosidad. Olear. Oleastro. Oleína. Oleoso; oleosidad.

CPT.

Todos ellos cultos. Oleicultura. Oleífero. Oleografía. Oleómetro. Oleorresina. Olivicultura. Olivífero. Del griego ƒλαιον ‘aceite’: elayómetro; del compuesto ƆλαίαƔνος ‘sauzgatillo’: eleagnáceo.

1 También en gallego y portugués sustituido por azeitona; pero oliva se halla en la lengua antigua y hoy se emplea en Elvas, como en el próximo Badajoz. La forma de fonética normal port. fué oíva, que se mantuvo en el nombre de lugar cpto. Moa d’oívas ‘lagar de aceite’ [S. XIII], después contraído en Mòolívas, feligresía al N. de Oporto; para éste y otros deriv., vid. Silveira RL XVII, 115-116. No existe la ac. ‘lechuza’ que todavía admite la Acad. Aut. la cita de Palmireno, que la da como valenciana solamente. Es el cat. òliba (de origen germánico, vid. Corominas, Mélanges M. Roques, 1952, IV, 27 y ss.).―

2 El sustantivado olivado «las manchas que se levantan quando cuezen el pan», ya en APal. 189b.―

3 Comp. ast. oliancu ‘especie de ave de rapiña’, adj. ‘(tela) que no tiene recto el hilo de la urdimbre’ (V).―

4 Imposible por razones cronológicas y fonéticas es partir del neerl. alants-wortel, como quisiera la Acad.―

5 Para el uso del artículo en esta locución, vid. Cuervo, Ap., § 367.―

6 Cita A. Castro la forma oio en un ms. bíblico medieval (RFE IX, 65), notando que quizá deba leerse ojo y mirarlo como descendiente popular de ֊LĔUM. Acaso. Pero es más probable que esta forma aislada sea mera errata por olio. Todos los romances (con la excepción que indico luego) presentan en este vocablo formas semicultas o, mejor, de evolución retrasada, debidas al esfuerzo que hizo el lat. vg. tardío por pronunciar o-li-u en tres sílabas para evitar la confusión inminente con ֊C(Ŭ)LU. Esta explicación es la buena, aunque se le haya objetado que no está de acuerdo con ella el it. olio, donde no había peligro de confusión con occhio; pero el caso es que en las zonas donde realmente no había peligro de confusión, Sur de Italia y Cerdeña, se presenta OLEUM con evolución popular; Toscana se encuentra en el límite de CL > ky y CL > , y allí lucha olio con oglio.