OCIO, tomado del lat. ōtĭum ‘ocio’, ‘reposo’.

1.ª doc.: 1433, Villena y otros S. XV (C. C. Smith, BHisp. LXI); APal.1.

Está también en Nebr., en Hernán Núñez (1499) y en muchos clásicos. Cej. IV, § 129. Pero hasta hoy sigue siendo voz culta, poco usual en el lenguaje hablado.

DERIV.

Ocioso [Corbacho, Mena (C. C. Smith); APal. 33b, 417d, 443d]; ociosidad [Corbacho, Pz. de Guzmán (C. C. Smith); APal. 299d; Sta. Teresa, Aut.].

Negocio [Berceo; Apol.; etc.; Cej. IV, § 129], tomado de negōtĭum ‘ocupación, quehacer’, derivado negativo de otium; cultismo ya antiguo y bien arraigado, aun en el habla popular; negocioso; negozuelo; negociar [APal. 11b, 167d; Nebr.; etc.], de negotiari ‘hacer negocios, comerciar’; negociable; negociación [APal. 297b; Nebr.]; negociado [‘atareado’, h. 1300, Gr. Conq. de Ultr., 330; en la Arg., como sust., ha tomado la ac. ‘prevaricación que se descubre a uno o más funcionarios públicos’, fr. affaire]; negociador [APal. 316]; negociante [APal. 16d; Cervantes; es dudoso que sea italianismo, como sospechan Terlingen y Consiglio, RFE XXVII, 442]. Niquiscocio ‘negocio despreciable que se trae frecuentemente entre manos’ [Aut., como barbarismo vulgar], parece ser alteración de negocio, quizá por cruce con quisquilla (ne-quisc-ocio), aunque su formación no está bien clara; Spitzer MLN LXXII, 1957, 583, piensa que niquiscocio contendría el bajo lat. nichil ‘nada’ o el alem. nichts, pero faltaría explicar la primera c.

1 «Si el ocio es vulgar trae denuesto; pero si es philosófico, lóase», 333b; 24d, 299d.