NÉBEDA, del lat. NĔPĔTA íd.; nébeda es forma de origen gallegoportugués o mozárabe.
1.ª doc.: Nebr. («nébeda, ierva conocida: nepeta»).
Formas más castellanas son nieta en Fernández de Sepúlveda (1522) y Gregorio Ríos (1592), nebda en Jarava (1557), neuta en Fz. Navarrete (1742), neota en Suárez de Ribera (1733) y en el extremeño Maldonado Villalobos (1784); el port. nêveda ya se documenta en Amato Lusitano (1553), vid. Colmeiro, IV, 337-8; gall. nébeda y néboda «calamenta de Vigier» (Sarm. CaG. Al5lr, 93v); cat. nepta; mozár. nâb(a)ƫa(Abentarif, Abenbeclarix), núpita (PAlc.), marroq. napíƫa, argel. nébeƫa, vid. Simonet, 397. La cantidad breve de las EE de NEPETA está comprobada por la grafía griega Nέπετα (cita de Walde-H.) y por la forma de Lucca niébita, que cita M-L. (REW 5889; no conozco el cast. ant. niébeda que ahí se cita): así la falta de diptongo como la conservación de la postónica pueden explicarse según la fonética gallegoportuguesa o la mozárabe, pero no de acuerdo con la castellana, luego nébeda ha de ser regionalismo o préstamo. En algunos puntos, según nota Aut., se emplea la forma nevada, debida a una etimología popular.