NUCA, del b. lat. nucha ‘médula espinal’ y éste del ár. nuȟâ íd.; introdujeron el vocablo los médicos medievales italianos y su sentido se alteró probablemente por confusión con el ár. núqra ‘hoyo’, ‘cogote’, que también se empleó en la terminología médica europea.

1.ª doc.: «nuca de la cabeça: cerebellum», Nebr.

Nuca es palabra de muy escasa popularidad en la Península Ibérica. Sin noticias de la misma en la Edad Media, no volvemos a dar con ella, despues de Nebr., hasta Percivale (1591), quien ya le da el significado moderno («the poll or nape of the head»: poll se empleó como sinónimo de nape en el S. XVII); lo mismo parece entender Covarr.1; sea como quiera, en este sentido lo emplea Pantaleón de Ribera (citado por Aut.): «redima tu nuca ya / esse poder infinito / de sujeción tan cobarde / y de yugo tan prolixo»; Cej. VI, § 74. No es palabra frecuente en los clásicos, de los cuales no tengo otros ejs. (falta en Góngora), y sabido es que el poeta citado está lleno de cultismos; hoy, desde luego, sigue siendo vocablo de tono muy culto, lo cual no impide que en algunas partes haya pasado al lenguaje rústico, gracias al influjo de curanderos y veterinarios, que gustan de esos terminachos; en esas condiciones es frecuente que ocurran deformaciones varias en boca de gente más ruda; así se ha dialectalizado en ñuca en boca de los charros salmantinos (Araujo, Est. de Fon. Kast., 15), y por influjo de la nuez del cuello (port. noz) se ha dicho nueca en la Ribera salmantina del Duero (Lamano) y nouca en el portugués de Tras os Montes (RL XII, 112)2; en cuanto al murc. y albaceteño nucla y su derivado esnuclarse ‘desnucarse’ (RFE XXVII, 237), que creo se oyen también en otras partes, probablemente son deformaciones de este tipo, más o menos arbitrarias (también se dice allí nuncio), en vista de su falta de documentación antigua, aunque acaso podría pensarse en un arabismo local, procedente del núqra a que luego me referiré (pero entonces esperaríamos *nocla si fuese palabra popular).

El arraigo de nuca es también escaso en portugués (Moraes no cita autoridades), y quizá aún más en catalán, donde es completamente ajeno al lenguaje hablado. Mucha más popularidad ha logrado en Francia: el fr. nuque es hoy el término común para decir ‘cogote’ y se documenta en su sentido actual desde el S. XVI3; pero seguramente tiene razón Spitzer (Litbl. XXXVIII, 325-6) al observar que nuque no es tampoco del todo popular en francés, y desde luego no lo fué hasta el S. XVIII, en que se empleó con este sentido chignon, hoy todavía usual en los dialectos; en todo caso el oc. nuca vuelve a ser palabra rara sólo señalada en un texto medieval, el Elucidari, de carácter enciclopédico, escrito en la primera mitad del S. XIV, que lo califica categóricamente de término técnico de medicina4. En Italia nuca es más popular que en iberorromance, pero ahí también tiene concurrentes desde muy antiguo, collòttola y cervice, y por lo menos el primero es voz de tono más popular5; con el sentido de ‘cogote’ aparece ya a princ. S. XVI (Ariosto, etc.). Más antiguamente aparece nuca en la Divina Comedia, pero con el sentido de ‘médula espinal’.

Poco adelantó el estudio de la etimología de nuestro vocablo hasta que Devic señaló como su fuente el ár. nuȟâ ‘médula espinal’, voz bien documentada en los maestros de la Anatomía y la Medicina árabe y persa; aceptaron su punto de vista Dozy (Suppl. II, 649-50) y Baist (RF IV, 354), y Gonçalves Viana (Apost. II, 190) insinuó solamente unos reparos fonéticos, automáticamente eliminados cuando se tiene en cuenta que nuca no es arabismo popular entrado por España (entonces sería *anofá o *anohá), sino cultismo introducido por la terminología médica. Quedaba, sin embargo, una grave oscuridad semántica en la historia del vocablo, que hoy se puede aclarar gracias al artículo de Schuchardt en los Sitzungsberichte de la Acad. de Berlín (1917, 159-164); pero es el caso que el sabio lingüista austríaco había ya publicado una nota breve sobre nuca (Roman. Etym. II, 29) en la cual no llegó a resultados claros, por desconocer los artículos de Devic y Dozy, y aunque en 1917 ya los conocía y reconociendo el valor de la idea, no sólo la estudió, sino que hizo accesibles los resultados del trabajo de historia anatómica de Hyrtl ya citado por Dozy, por desgracia Schuchardt, que se distinguía más por la intuición y la sabiduría que por la claridad de ideas y la agilidad mental, siguió empeñado en ver un misterio y una vasta complicación donde sus propios datos permitían una solución relativamente sencilla.

Todo se puede aclarar con la observación de que nuca en las obras técnicas en latín no aparece con su sentido moderno hasta el S. XVIII; antes, y ya desde el S. XI, tiene siempre el sentido de ‘médula espinal’, mientras que ‘nuca’ o ‘cogote’ se dice en autores de estas mismas épocas nocra o nucrati o alnocrati: estas dos últimas formas son genitivos del árabe culto núqrati, correspondientes a núqra ‘hoyo’, ‘cavidad’, abreviación de núqrat ar-ráqaba ‘hoyo del cogote’, que con este sentido aparece en el egipcio Bocthor, y ya abreviado núqra ‘cogote’ en el estudio del árabe africano por Humbert, y en el diccionario clásico del Fairuzabadí (S. XV)6. Así todo está claro: los técnicos italianos de la Escuela de Salerno, encabezados por el africano italianizado Constantino de Cartago (S. XI), adoptaron el tecnicismo árabe nuȟâ latinizándolo en nucha ‘médula espinal’; y poco después (S. XIII, ya el mantuano Mateo Silvático) se adoptó el otro tecnicismo nucra(ti) ‘cogote’7: mientras los dos vocablos se mantuvieron en este círculo culto, se distinguieron bien a pesar de su semejanza, pero cuando, llevada por curanderos y veterinarios, esta terminología comienza a infiltrarse en las lenguas vulgares, en el francés y el italiano del S. XVI (quizá ya en el occitano del XIV), se produce en seguida la confusión y se emplea nuca con el sentido de nucra, a saber ‘cogote’, aunque todavía por entonces seguían distinguiendo los anatómicos (nucha y nocra, respectivamente, en Berengario Carpense, S. XVI), hasta que por fin en el XVIII, cuando el uso científico del latín ya estaba moribundo, se generaliza lo que al principio no fué más que un quid pro quo de las lenguas vulgares. Indica esta solución correctamente Wartburg en sus enmiendas a la segunda edición de Bloch, y a la misma conclusión había yo llegado por mi cuenta leyendo el artículo de Schuchardt. Creo que no ofrece duda. Las formas aberrantes que causaron escrúpulo a este sabio, y le llevaban a sospechar una tercera palabra de origen desconocido, son de fecha moderna y se explican como alteraciones vulgares de este elemento extranjero. El port. plebeyo nucha recogido en el S. XVIII por los ortólogos Madureira y Monte Carmelo, pero silenciado por todos los diccionarios, no es más que una pronunciación bárbara de la grafía latina nucha (= ȟa o núká). El it. dial. gnucca (Milán, Módena, Venècia, y ya en dos autores del S. XVII), gnoca (Roma) o gnocca (Bolonia) es un cruce de nuca con el it. nocchio ‘nudo de la madera’, ‘hueso de fruta’, gnocco (< niocco < nocchio) ‘especie de albóndiga o dulce de masa con jugo de carne’, nocca o nòccola ‘nudo de los dedos’, todos los cuales vienen de NŬCLĔUS8> O del longob. knohha ‘nudo de los dedos’.

En cuanto al port. popular noco ‘nudo de los dedos’ (sólo en CortesƟo), minhoto noca íd.9, es realmente notable su coincidencia con el it. nocca: quizá sea italianismo, pero más bien creo que es fruto de una coincidencia casual10, y por lo demás ahí el sentido nos aparta ya decididamente de nuca11.

DERIV.

Desnucar [Aut.].

1 «Aquella parte de la cabeça que junta con el cuello». Obsérvese que luego menciona, en contraste con ésta, la definición de Nebr., que evidentemente le resultaba chocante. Si Covarr. agrega «por donde se comunican los espíritus, en virtud de los quales el alma haze sus operaciones» es nada más que pensando en su imposible etimología gr. νοǢς ‘mente’. Aut. al definir «la parte superior del espinazo que le une con la cabeza, y está entre la primera y segunda vértebra; nacen de ella varios nervios...», quizá sigue solamente las huellas de Covarr., a quien cita, pero más probable es que se inspire en la ac. bajo-latina ‘médula’.―

2 Nótese que lo que en castellano desnucarse se dice en catalán trencar-se la nou del coll, aunque nou del coll (< NUCEM) es lo mismo que la nuez de Adán o tiroides del castellano.―

3 Antes, y ya desde el S. XIV, vale ‘médula espinal’, vid. Devic, l. c., y Sainéan, Langue de Rabelais II, 22-23.―

4 El vocablo aparece ahí dos veces, y en el pasaje más explícito tiene claramente el sentido de ‘médula espinal’; en cuanto al otro, Levy (Petit Dict.) y Scheludko (ZRPh. XLVII, 434) entienden ‘nuca’, mientras que Raynouard y Schuchardt traducen ‘cerebro’: es punto oscuro que requeriría un examen extenso del contexto, pues la ac. de cervitz como ‘cerebro’, en la cual se funda Schuchardt, es dudosa según Levy, y el propio Schuchardt reconoce que lo es en parte de los ejs. Por desgracia el ElucidaRI está casi todo inédito.―

5 Quizá no sea casual que todos los ejs. de nuca que cita Rigutini-F. tengan carácter médico o patológico, mientras que los de Petrocchi se refieren a la nuca de la mujer, caso en que es frecuente recurrir a términos más o menos poéticos o de tono elevado. En contraste con collòttola, empleado en frases más cotidianas o vulgares (un pugno nella collottola, etc.).―

6 Es verdad que este vocablo parece ser ajeno al árabe vulgar hispánico y magrebí, por lo menos falta en R. Martí, Lerchundi, Belkassem y Probst, y Beaussier hace constar explícitamente que es palabra puramente literaria. Pero justamente el vocablo tomado por los anatómicos latinos de la Edad Media era palabra perteneciente al árabe culto de los anatómicos musulmanes.―

7 De ahí nucrea ‘cogote’ que figura en un antiguo comentario de Dante publicado por la revista Etruria y citado por Tommaseo.―

8 A pesar de las dudas de M-L. (REW 5947), pues claro que fonéticamente no pueden salir de NODULUS. Nocca, según se ve por el artículo le nocca documentado en muchos clásicos (Tommaseo), era primitivamente un plural del singular nocco, a su vez singular analógico de i nocchi, plural de nocchio; las múltiples reacciones del plural sobre el singular se comprenden fácilmente en una idea como ‘nudo de los dedos’, que las más veces se dice en plural.―

9 Como término de Caminha (desembocadura del Miño) figura en la última ed. de Fig. En el gallego del Limia es apodo del cura, según Schneider.―

10 Seguramente el arcaico noo (NODUS), documentado por CortesƟo, pasaría primero a *nogo, alterado por contaminación de la onomatopeya noc-noc (del que golpea a una puerta) o de otra palabra.―

11 Desde luego es imposible por razones fonéticas derivar nuca del lat. NUCLEUS (como en ediciones antiguas de la Acad.) o del ár. ȟȟ (como sugería Eguílaz), que por lo demás significa ‘cerebro’. Es verdad que Nebr. define nuca como cerebellum, resabio imperfecto de la ac. bajo-latina de nucha como ‘médula espinal’, pero no cabe dar importancia a este testimonio aislado; PAlc., que según es sabido, copia a Nebr., interpreta este cerebellum ‘cerebelo’, como equivalente de ‘cerebro’ según se ve por la traducción dimâġ, que junto con ȟȟ, da al cast. nuca. También Oudin da como castellana la ac. latina: «nuca, de la cabeça hasta abaxo: la moelle de Pespine du dos», además del vulgar «nuca: la nuque du col», y de «nuca de la cabeça: la cervelle», copiado de Nebr.