NASA, del lat. NASSA íd.
1.ª doc.: APal.
DERIV.
Nasón [1624, Huerta]; nasal m. [S. XVI, HispR. XXVI, 286].
1 No es clara la explicación de la l, pues ahí no puede tratarse de la llamada l leonesa. Quizá sencillamente contaminación de balsa. Más difícil es que venga, por disimilación, de una forma con nasal propagada como el cat. nansa ‘nasa’, pues no sería regular la dirección del fenómeno y no se ve causa que la pudiera invertir. Una forma nansa igual a la catalana registra la Acad. desde 1914 o 1899, y en la ac. ‘estanque para tener peces’ ya en 1817. ↩