MENTIR, del lat. MĔNTզRզ íd.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.).
DERIV.
Mentido. Mentidero [S. XVII, Aut.]. Mentís. Desmentir [Berceo; Cuervo, Dicc. II, 1106-8]; desmentida; desmentidor. Mentira [2.ª mitad del S. X, Glosas Silenses, 31, trad. perjurium; 1219, Fuero de Guadalajara; Elena y María, S. XIII, RFE I, 57; Apol.; J. Manual; J. Ruiz], y mentiroso [med. del S. VIII], voces de uso general en todas las épocas y comunes con en portugués1, cuyo sufijo es de explicación incierta, probablemente resultantes de una alteración de *mentidoso, por disimilación mentiroso: la r se propagó luego a mentira2; mentirilla; mentirijillas; mentirón.
1 Ahí es también muy antiguo, V. ejs. medievales en CortesƟo: otros del S. XIII, en RL XXIII, 55. También se dice mentira en el catalán de Valencia, pero mentida en el resto del territorio lingüístico. Claro que aquél parece castellanismo, aunque no es bien seguro, pues aquella forma se lee en el Curial (h. 1450, ¿valenciano?), III, 89; y en Eiximenis (fin del S. XIV, gerundense, pero vivió la última parte de su vida en Valencia), Doctr. Compendiosa (N. Cl., 59; pero mentida en la ed. de Bofarull; así como en St. V. Ferrer, Sermons I, 84.5 (pero -ida 84.7).― ↩
2 Hay que partir de mentida, como se dice en catalán y en lengua de Oc (ya en la Edad Media). M-L., Rom. Gramm. I, § 547; Grammont, La Dissim. Cons., p. 42; Wahlgren, Skrifter utgivna av K. Human. Samfundet i Uppsala XXVI, 88, explican por disimilación de mentida. Sin embargo, como observa Zauner, ZRPh. XLII, 79, es algo extraño que el sufijo frecuentísimo -ida pudiera sufrir tal disimilación, de tipo extraordinario, en vista de lo cual supone Grammont que la disimilación fué facilitada por el influjo del infinitivo mentir, y Zauner cree que no hay disimilación en absoluto sino sustantivación de este infinitivo en un masculino el mentir, que pasó a *la mentir por paralelismo con la verdad (tal como yantar se hizo femenino a causa de cena); luego mentira como cuchar > cuchara. De hecho hay un par de ejs. de mentire ‘mentira’, pero sólo en italiano (SS. XV-XVI, Tommaseo). Es extraño que no se conozca ninguno en castellano ni portugués, lo cual hace dudar mucho de esta explicación. Es notable que los testimonios más antiguos que tenemos de la r se hallen en el adjetivo mentiroso, ya documentado a med. S. VIII, en la forma latinizada mentiriosus, en el Liber Glossarum, escrito en España (CGL V, 222.11; M. L., Wiener Studien XXV, 103); la gran antigüedad de mentiroso está corroborada por la apócope sufrida por la frecuente forma medieval mintroso [Berceo; Apol.; Juan Manuel; J. Ruiz; Sem Tob, 411; Confessión del Amante, 28, 290; mentiroso Vidal Mayor], luego hay fundamento para suponer que la -r- naciera en este adj. y sólo desde ahí se propagara a mentira; pero decir con Brüch (ZRPh. LV, 152) que mentiriosus es disimilación del lat. tardío mentitiosus íd. (Walde-H.), derivado a su vez de mentitio ‘mentira’, no es admisible, pues la t, pronunciada como tal, siendo sorda no puede disimilarse en r; habría que suponer que una forma romance *mentizoso se disimilara en mentiroso, y esto sería inverosímil, tratándose de la africada z y porque ni *mentizoso ni *mentizón son palabras castellanas. Lo mejor es admitir disimilación de *mentidoso en mentiroso, donde ya no podía influir el frecuente sufijo -ida, y en cambio existía el apoyo de mentirá, mentiría, etc. Buena comprobación de esta teoría la proporciona la conservación de la d en catalán, donde el adjetivo es mentider, y, por lo tanto, otra disimilación preventiva impedía el cambio de d en r. Una famosa fuente intermitente del término municipal de Manyanet (Pallars) lleva el nombre de Font Mentidó(r), pero popularmente se pronuncia Mentiró, a pesar de que mentida ‘mentira’ se dice, aun allí, con -d-: nueva comprobación de que es fenómeno fonético, que inicialmente afectó sólo a la -d- pretónica. En rigor también cabría suponer que mentidero ‘mentiroso’ (cat. mentider, port. ant. mentireiro, S. XIII, RL XXIII, 54, y R. Lapa, CEsc. 301.3, 396.8, hoy dialectal y gallego, también port. ant. mentideiro, leon. ant. menterero en el F. Juzgo, Cej.) pasara a mentirero por disimilación y dilación a un tiempo, y luego para evitar esta forma cacofónica se cambiara el sufijo diciendo mentiroso; pero esto es ya más complicado y poco verosímil. Desde luego falta base semántica para explicar mentira por contaminación de ira, como admite C. Michaëlis, RL XXIII, 54. Téngase en cuenta que en latín no existían derivados de mentiri, pues en su lugar se decía mendacium para ‘mentira’ y mendax para ‘mentiroso’: de ahí la creación de derivados divergentes en romance (men(ti)tio, -onica, de donde fr. mensonge, it. menzogna, etc.; mentita, etc.). Llega a mis manos antes de publicarse este artículo el trabajo de Jud (VRom. XI, 119-23) donde, como apéndice de una explicación, a mi entender definitiva, del tipo fr. mensonge, sugiere el maestro una nueva idea para aclarar el problema que nos interesa. Parte él también del antiguo mentiriosus, en el que ve el resultado de un cruce de la familia de mentiri con el adjetivo deliriosus, empleado una vez por San Ireneo con el sentido de ‘inepto, vano, engañoso’. La debilidad de esta idea, en mi opinión, está en el hecho de que deliciosos era palabra muy rara, no documentada en otras fuentes ni persistente en romance, quizá una creación personal del santo. Creo debo mantener mi explicación. Lo mismo digo de la idea de Malkiel (RPhCal. VI, 1952, 121-172) de que mentiras sea alteración de mentidas por influjo del contrapuesto veras: en realidad veras no se opone propiamente a mentiras sino a burlas, pues las veras no son tanto cosas verdaderas como cosas serias. Para apoyar su propuesta debería probarnos el laborioso filólogo que vera significó en otro tiempo ‘la verdad’, de lo cual no hay huella en su documentación (pp. 166-7). Es preferible la disimilación mentidoso > mentiroso (la i de mintroso es normal ante este grupo complejo: los futuros mintrá, sintrá, conocidos (en castellano y normales en cat. ant. son comparables al cat. y oc. ant. intrar y a din(t)s DE էNTUS, cat. ant. y dial. sints SENTIS). ↩