MAZNAR, ‘estrujar, ablandar, manosear’, probablemente del mismo origen que el it. macinare ‘moler’, ‘machacar’, ‘desmenuzar’, rum. măcinà íd., a saber del lat. MACHէNARI ‘maquinar’, ‘moler’, derivado de MACHէNA ‘máquina’, ‘muela’.

1.ª doc.: S. XIII, Libro de los Cavallos (105.35, masnar, 103.24); J. Ruiz, 711b.

«La çera que es mucho dura, e mucho brozna e elada, / desque ya entre las manos una vez está maznada, / después con el poco fuego çient vezes será doblada», escribió el Arcipreste. Análogamente en APal. «mollio... que se toma por amollentar, maznar y ablandar y alisar y tornar algo blando» (286b) «globare es amontonar mucho en uno y maznar» (182b), «glarea... se toma por maznada y estreñida y espessa materia» (181d); alguna vez tiene todavía el sentido más fuerte y más cercano al etimológico de ‘machacar el hierro cuando está caliente’ (Acad. 2): «faber tectoris... el que mazna el fierro» (150d). Covarr.: «thlibo, tribulo, frango, premo, stringo, etc., y en nuestro vulgar es propiamente maznar o estrujar: tratar con los dedos una cosa, como quien ablanda cera» (s. v. capar); lo cual reproduce Aut. Hoy sigue viviendo en algunos dialectos: en Cespedosa manzar ‘estrujar con los pies, pisar’ («toda la mañana en la calle manzando nieve y barro»); de ahí manzaero ‘la parte del pie y del calcetín donde roza el zapato por la parte posterior’ (Sánchez Sevilla, RFE XV, 261, y 168n.). No es un verbo *MANUCIARE ‘tocar’, ‘tentar’, derivado de MANUCIUM ‘guante’, ‘puñado’, según propuso Sz. Sevilla y admitió con dudas M-L. (REW 5333a), verbo del cual no existen otros testimonios; sino, como indicó Spitzer (ZRPh. Lili, 300), el lat. MACHէNARI, que aunque en la Antigüedad significa más comúnmente ‘maquinar’ tiene ya también el sentido específico de ‘moler’ (testimonios en Densu?ianu, Hist. de la L. Roum., 192-3); de ahí el it. macinare ‘moler’, ‘machacar’ (y màcina ‘muela’), retorrom. masch(e), sardo maghinare, rum. măcinà ‘moler’. Otro representante popular de MACHէNA en España, en el sentido de ‘andamio para construir un edificio’ (S. Isidoro, Etym. XIX, viii) es el derivado en -ALE, mozár. maǤinar (en escritura almeriense, S. XIV-XVI), de donde el mozarabismo cast. mechinal «el vacío o hueco que dexan en las paredes los que fabrican algún edificio, para poder después poner en ellos los quartones o tirantes para hacer los andamios» [en el burgalés Ángel Manrique, † 1649; Aut.]1, vid. Simonet, 356. En maznar el consonantismo originario es, naturalmente, el de la forma antigua y clásica, y no el de la forma dialectal moderna manzar, que presenta la misma trasposición que el antiguo vinzedades < viznedades VICINITATES (M. P., D. L., 204); el fenómeno se produjo en sentido contrario en gozne, brizna, chisme, port. lesma, y debe resultar de una ultracorrección local de esta tendencia más extendida.

1 Aunque de origen mozárabe hoy es popular en Asturias (Rato), Galicia (BRAE XIV, 124), y michinal en el Ecuador (Cuervo, Obr. Inéd., 168). Guip. maisatuestrujar’ ¿< *masi(n)atu? Si maiseatu, maišiatu ‘murmurar, criticar’ fuese lo mismo, en la forma se acercaría más a la etimología.