Matahalúa figura en el
Libro de la Montería de Alfonso XI,
matalfalúa en el
Corbacho del Arcipreste de Talavera (ed. Simpson, p. 97, pero
matafalúa en Pérez Pastor),
matalahúga (s. v.) y
matalaúa (s. v.
anís) en Nebr. Hoy se pronuncia
matalahuga con
h aspirada en El Coronil (Sevilla,
RFE XXIII, 370),
matalaúva en Murcia (G. Soriano) y en Almería, etc.
Matafaluga es palabra de uso hoy más general en catalán, pero no veo razones concluyentes para admitir que en castellano sea catalanismo, según afirmaron Steiger y Neuvonen (255-6); por lo demás en catalán antiguo hallamos formas más próximas al árabe:
batahalua como glosa romance en R. Martí (S. XIII),
batafalua en las Leudas de Tamarit (1243) y Cotlliure (1249,
RLR IV, 247), y en las Costumbres de Tortosa del mismo siglo (ed. Oliver, p. 389). Pero también hay
batafaluga en portugués antiguo [1318: C. Michaëlis,
RL XIII, 268-9].
բábba? al-Ʌulûwa figura como nombre árabe del anís en R. Martí,
hábet hulúe o
hábet halúa en PAlc.: es compuesto de
Ʌábba? ‘grano’ y el adjetivo que en árabe clásico es
Ʌúlw (fem.
Ʌúlwa) ‘dulce’, pero que en hispanoárabe pasó, según la fonética de este dialecto, a
Ʌulú (de donde el femenino analógico
Ʌulûwa). Me parece claro que en romance se prescindió del primer artículo y de la sílaba inicial
Ʌa, cambiando lo restante,
bat al-huluwa, en
batahalúa por una doble disimilación, y luego
matahalúa por etimología popular, de donde ulteriormente
matalahúa,
-uva (poco probable me parece que en la forma sin artículos
Ʌrabba? Ʌulûwa se pronunciara el
ta marbuta, como admite C. Michaëlis, pues ante consonante es siempre mudo, y así no explicamos la
f catalana continuadora del segundo
Ʌ arábigo, que en estas condiciones habría desaparecido).
Otro descendiente de la raíz del ár. Ʌulw tenemos en el port. alféloa ‘masa de azúcar o melaza con que se fabrican artículos de confitería’ del ár. vulg. Ʌālwa ‘bombón, golosina’. Aparece documentado ya en el S. XV (Viterbo) (vid. Dozy-Eng., 112; más exactamente Steiger, Contr. 177, 255). En esta forma la raíz está hoy muy extendida en el árabe magrebí (Túnez, Malta, Argel, etc.). Otra forma de la misma raíz häl༘wa ‘dulzura’ se documenta en el árabe valenciano y granadino (Steiger, 177, 250, 326) y es del árabe general. Apenas se empleó nunca en castellano. Hay también un deriv. port. alfeloeiro ‘confitero’ [fin S. XVI, Moraes].