MARTILLO, del lat. vg. MARTĔLLUS íd.
1.ª doc.: martiello, Berceo.
Gall. martelo (E. de Pontevedra) ‘género de espuelas de caballero amarillas’ (Sarm. CaG. A181v, A104r); supongo sea lo mismo partelos ‘florecitas amarillas que nacen en los prados y entre los caminos’ (ib. A44v), pero como tienen forma «de pico y martillo» habría contaminación de la p- de pico.
DERIV.
Martillada. Martillar [Nebr.; -tellar, h. 1250, Setenario, f° 13r°a] o martillear; martillado; martillador. Martillazo. Martillejo. Martilleo. Martillero. Amartillar.
El it. martello ‘martillo’ tomó figuradamente el sentido de ‘celos’ y ‘tormento amoroso’, y de ahí pasó al cast. martelo ‘pasión o capricho amoroso’ [1599, Alemán, G. de Alfarache, Cl. C. III, 40.14; Cervantes, Nov. Ej., Cl. C. p. 225; pero ya J. de Valdés dice que quisiera introducirlo en cast.]; amartelar ‘ejercer atracción amorosa sobre una persona’ [Lope, Tirso, etc., vid. DHist.], -lado [med. S. XVI, Hurtado de Mendoza], -lamiento.
1 Por lo menos en la Arg. se emplea en el sentido de ‘parte del territorio de una circunscripción que se introduce y queda enclavada dentro de los límites de otra’ («linda con los anteriores con un martillo que se prolonga al norte cinco cuadras», Chaca, Hist. de Tupungato, 200), lo cual constituiría una traducción castiza del crudo galicismo enclave, que muchos emplean. ↩