MARRA, ‘almádena, mazo de hierro para romper piedras’, del lat. MARRA ‘especie de azada’, ‘especie de arpón’.

1.ª doc.: Nebr.: «marra o almadana: marrae, marrarum».

Es voz poco difundida: Aut. la registra solamente invocando el testimonio de Nebr. (y de su imitador PAlc); falta en Covarr., pero figura en otros diccionarios del Siglo de Oro (Oudin). Hoy es viva en gallego (‘almadana’ en el anónimo de h. 1850, RL VII, 217; ‘maza de hierro para las canteras’, Sarm. CaG. ll0r; ya en una CEsc., R. Lapa 240.3), y no es ajena al portugués, lengua de Oc, francés, italiano; en particular hallo mare «pelle large et recourbée pour travailler la vigne» en antiguos documentos gascones (Delpit, Index des mots commentés dans les 10 premiers vols. des Archives du Dépt. de la Gironde)1. En latin marra es voz algo tardía, documentada primeramente en Plinio y en el español Columela, que parece tomada del semítico (Walde-H.).

DERIV.

Marrazo ‘hacha de dos bocas para hacer leña’ [marraço «une serpe», 1607, Oudin; Acad. ya 1817].

1 En un doc. barcelonés de 1489 quizá designe cada una de las puntas de los arpones del ancla: «dos ruxons ab quatre mapes grans e tres petites, les dos de quatre marres e una de tres marres, e quatre anchores grans e una xiqueta», Moliné, Consolat de Mar, p. 369.