MARMITA, ‘olla de metal’, tomado del fr. marmite ‘olla’, de origen incierto.
Aut. dice también que es de cobre y explica que es «voz francesa nuevamente introducida». En efecto ha tenido siempre escaso arraigo, y no cabe duda que se tomó del fr.
marmite [1313], hondamente arraigado en este idioma y en los dialectos de este país, sobre todo los del Norte. La etimología de la voz francesa es muy oscura. La conjetura más fundada, aunque hipotética e incierta, es la de Sainéan (
BhZRPh. I, 17, 69-70), de que sea primitivamente una denominación acariciativa del gato (formada con los términos sinónimos
mite,
chattemite, y
marlou,
matou), con el cual se habría comparado la
marmite, que antiguamente estaba provista de pies o soportes (en efecto Oudin traduce el fr.
marmite por «olla de cobre con pies»), por la costumbre del gato de acostarse junto al hogar; de hecho
marmite y
marmiteux, documentados desde h. 1200, significan ‘hipócrita’
2 y parece claro que son un caso del conocido tránsito semántico ‘gato’ > ‘maula, hipócrita’. Es verdad que
marmite en el sentido de ‘gato’ es una mera suposición. Pero las demás etimologías son menos consistentes: compuesto de
mal y
miste ‘neto’, ‘limpio’, voz de origen oscuro (Gamillscheg,
EWFS), con cambio inexplicado de la
l; ár.
bárma,
búrma, ‘especie de olla’, inadmisible en una voz procedente del Norte de Francia; partir del it.
marmitta (en Servigliano
marmetta «casseruola>,
ARom. XIII, 258), derivado de
marmo ‘mármol’, como nombre primitivo de las ollas de piedra, como quiere Tommaseo, es inverosímil entre otras razones porque en Italia no se citan ejs. anteriores al S. XIX, y es voz de uso principalmente técnico, de suerte que allí debe de ser galicismo.