MANÍA, tomado del gr. μανία ‘locura’, derivado de μαίνεσȎαι ‘estar loco’.

1.ª doc.: Nebr. («mania o locura: furor»).

También APal. 263d, pero aunque emplea el vocablo en contexto castellano, lo hace definiendo la palabra como latina. Lo empleó también Laguna (1555) en el sentido etimológico, mientras que Pellicer a med. S. XVII le da ya su valor moderno y atenuado. En francés lo toma Ronsard todavía en 1552 en el sentido primitivo, como equivalente de fureur, pero ya sus comentaristas del mismo siglo observan el cambio de sentido (Rom. LXV, 176).

DERIV.

Maníaco [APal. 263d; Nebr. «m. o loco: furiosus»]1, tomado del b. lat. maniăcus, alteración del gr. μανικóς ‘loco’, por influjo de los muchos helenismos en -iacus; la variante maniático [Aut.], se halla también en latín medieval (Du C.).

CPT.

Para los numerosos compuestos en -mano y -manía, V. el primer miembro. Manicomio [Acad. 1869, no 1843], compuesto culto con el verbo κωμεƗν ‘cuidar’, según el modelo de nosocomio (también it. manicòmio, port. manicômio, cat. manicomi, que faltan todavía en los dicc. del S. XVIII).

1 Acentuado maniáco por Cancer, S. XVII (Aut.).