MANJÚA, ‘cardumen, banco de peces’ santand., ‘pececillo semejante a la sardina’ cub., portorr.; origen incierto, probablemente del fr. ant. manjue ‘comida, alimento’; el sinónimo majal ‘cardumen’ podría venir de oc. manjar ‘comida’.

1.ª doc.: 1836, Pichardo (1862), en la ac. cubana; 1884, Pereda, 1.ª ac.

Para Pichardo es «voz indoantillana» que significa «pezecillo de estos mares, sin escamas visibles, cuya longitud no exede medio jeme... idéntico a la sardina... color plateado... Engraulis Brocenii, Bl.», y agrega «manjuarí... pez común en las lagunas y aguas dulces de la Isla... Lepidosteus Manjuari, Poey». La ac. santanderina figura en el glos. de Sotileza, y G. Lomas da ej. de autor de Castro Urdiales. Como Suárez (1920), Ortiz (Ca., 53) y la Acad. (S. XX) aseguran que la manjúa suele andar a bandadas, es claro que las dos acs. constituyen un solo vocablo; existen las variantes cubanas majúa, magua y manguá, citadas por Ortiz (211); las dos últimas, de segunda mano, necesitarían comprobación; majúa significa además, secundariamente, ‘mujer insignificante’ (Ca., 181); en el sentido propio la registra Bachiller y Morales (p. 318). Zayas dice que es voz caribe, Armas que es portuguesismo, Ortiz vacila. Hay motivo para ello, pues manjuarí tiene, en efecto, aspecto indígena. Pero es probable que haya coincidencia secundaria. Desde luego es difícil separar ma(n)júa de majal ‘banco de peces’, registrado por la Acad., sin localización, desde 1899; ignoro dónde se emplea.

El port. manjúa está hoy anticuado, pero Bluteau, que acentúa así1, lo conocía todavía como voz vulgar en el sentido de «cousa de comer», y cita ej. del Roteiro da India (1699) de Pimentel: «estes pássaros andƟo buscando de comer, e onde achƟo manjúa, ahi se verƟo mais». Además hoy significa ‘sardina’ en el Algarbe, como término de pescadores (Fig.); en Río de Janeiro manjuva o -uba es «peixe muito miudo» y además «comida; ordenado, salário; propina, gorjeta». La aplicación especial del vocablo a la denominación de pescados la confirma Gonçalves Viana, que recogió manjoeira «armadilha de rede e aros para caçar peixes» en Tras-os-Montes (RL I, 213).

No hay duda posible de que esta voz portuguesa es el francés ant. manjue ‘comida, alimento’, del cual Godefroy nos cita varios ejs. (V, 144) y otros en las acs. ‘apetito, voracidad’, ‘comezón, picor’; en el Livre du Roi Modus, principio del S. XIV (Rom. LI, 253), es el ‘paraje donde come el jabalí’. Era facilísimo pasar de ‘comida, alimento’ a ‘sardinilla’, pues este pescado se come entero, con espinas y todo, por ser muy pequeño, así que bien se le podía dar este nombre por antonomasia; y como la sardinilla anda a grandes bandadas era fácil también el paso ulterior a ‘bandada de peces’. El fr. ant. manjue se explica como derivado postverbal del verbo mangier, cuyo presente era antiguamente manjue, y antes mandue (<l=lat.>MANDȢCAT>). Del francés pasó también al mall. y menorq. menjua ‘comida, alimento’ y ‘apetito’, val. menjuga.

Majal no será derivado de un *maja ‘malla’ o ‘mancha’ (lat. MACULA), como supone GdDD 4023, separándolo ilícitamente de ma(n)júa, y puede salir del oc. manjar o cat. menjar ‘comida, alimento’: los cambios fonéticos se explicarían sea por un intermediario vasco (aunque nada hallo en Azkue)2 o por la pronunciación murciana, andaluza o antillana; comp. majarete por manjarete en las Antillas, Venezuela y Colombia (Malaret, Supl.).

1 Moraes, sin duda arbitrariamente, acentuó mánjua, acentuación que pasó a Fig. y otros.―

2 Sin embargo vasco manȤuba «yantar» ‘la comida (que come un pastor en el campo)’ en Auñemendiko Lorea del vizcaíno D. Aguirre I, 118.11. Por lo demás, la vaga semejanza del cast. manjúa con el vco. antxua ‘anchoa’, será casual.