MANDARÍN, tomado del port. mandarim íd., y éste del malayo măntări, que a su vez es alteración del scr. mantrinaɅ ‘consejero, ministro de estado’.
1.ª doc.: 1610, Pedro Teixeira; Terr.; Acad. ya 1843.
DERIV.
Mandarina ‘especie de naranja’ [Acad. 1914 ó 1899] por alusión al color del traje del mandarín1.
1 Ésta es la opinión común de los etimologistas. R. Kunze, Zeitschrift fur Deutschkunde, 1929, 433, afirma que viene de Mandara, nombre indígena de la Isla Mauricio, donde se hace bien la mandarina. Aunque Kluge ha aceptado la idea, es de notar que su autor no cita prueba alguna, y sería extraño que este derivado con sufijo romance se formara con un nombre de la isla que no es usual en francés ni inglés, y no con un sufijo inglés, como sería de esperar tratándose de una colonia inglesa. ↩