MANCO, del lat. MANCUS ‘manco’, ‘lisiado (de cualquier parte del cuerpo)’, ‘incompleto’.

1.ª doc.: Berceo.

Común en todas las épocas1 y propio de todos los romances de Occidente. El judeoesp. a lo manco ‘a lo menos’ (Biblia de Constantinopla, BRAE V, 352) se tomaría del italiano, probablemente también el cat. popular manco ‘menos’.

DERIV.

Manquear. Manquedad; manquera. Mancarrón ‘caballo matalón’ [1555, H. Núñez de Toledo; Juan de Castellanos; Sor Juana Inés de la Cruz; Cuervo, Ap.7, pp. xxii y 637; Tiscornia, M. Fierro coment., s. n.; Rosas de Oquendo, h. 1600, RFE IV, 345, sevillano que vivió en el Perú y Méjico], hoy es propio de Chile y Río de la Plata, y desconocido en Colombia y en España, pero no hay por qué traerlo del araucano ni explicarlo por un cruce de manco con matalón (BDHA VI, 245), pues manco tiene ya esta ac. en J. de Timoneda (BRAE III, 569), de donde el arauc. mancu íd., y el sentido latino era ya ‘lisiado de cualquier miembro’. Mancar ‘lisiar’ [Ilustre Fregona, Cl. C., 289], ‘hacer manco’, ‘estropear’ (así en la Pardo Bazán, Obras, 1943, p. 1490; en el argentino Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 170), ‘lastimar’ (así en gallego: RL VII, 217); mancamiento; compuestos de mancar: mancaperro ‘ciempiés venenoso’, ‘cardo silvestre’, cub., murc. (BRAE VII, 211); mancafiesta ‘aguafiestas’ (Carrizo, Canc. Pop. de Jujuy, Arg., glos., s. v.).

1 Nebr.: «maneo de manos: mancus».