MAJADA, voz común al castellano con el port. malhada, y existente asimismo en algunas hablas catalanas y del gascón pirenaico; probablemente de un *MACULATA derivado en el romance hispánico del lat. MACŬLA ‘malla de una red’, ‘tejido de mallas’, en el sentido de ‘lugar donde pernocta el ganado rodeado de redes’.

1.ª doc.: doc. de Sandoval de 1182.

En el cual se lee «totis maiadis et pascuis... et lla maiada... ela maiada» (M. P., Oríg., 285). En los Milagros de Berceo una alma que «estava como oveja que yaze ensarçada», los ángeles «fueron e traxiéronla para la su majada» (279d); APal. 469a: «stabula son las majadas en que se recojen los hatos». Nebr. complica algo el concepto en su artículo: «majada o posada: mansio; majada de ganado: magalia, mapalia»; sin embargo, hay motivos para sospechar, en vista de la selección de un vocablo tan poco común como magalia o mapalia, que ahí Nebr. piensa más en la etimología, según a veces le ocurre, que en una descripción sin prejuicios; en efecto, como observa ya Aut., no hay otra fuente española que registre la primera ac. ‘posada’, de suerte que deberemos tomar mansio más bien como otra sugestión etimológica: sea como quiera la majada se ha tomado a veces como guarida de los pastores, pero no en el sentido general de ‘posada’. En términos análogos vemos el vocablo en los textos clásicos recogidos por Aut. (Fr. L. de Granada, Pellicer): «bendito será el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tus bestias y ganados, y las majadas de tus ovejas», «era día consagrado a Ceres, y de las vecinas majadas habían concurrido muchos labradores a la aldehuela».

Vicente García de Diego, Contribución, § 376, recoge varios testimonios, de Astorga, Santander, Soria y Aragón, para probar que en los dialectos modernos predomina el concepto de ‘lugar al aire libre donde se recoge el ganado para pernoctar o sestear’, si bien reconociendo que también puede designar la construcción rústica donde se encierra el ganado y aun los pastores. En términos generales podemos aprobar sus conclusiones, confirmadas por fuentes diversas: malhado «endroit où parquent les troupeaux» en el gascón de Barèges (Palay), «l’endroit où séjournent les bêtes à laine pendant la nuit (non enfermées)» en Gavarnie y en Gèdre (Schmitt, La Vie Pastorale dans les Pyr. Centrales, 21); por otra parte la ac. argentina ‘rebaño o hato de ganado lanar’ (Tiscornia, M. Fierro coment., 433-4), que efectivamente he oído docenas de veces en los Andes mendocinos («una majada de ovejas o cabras», Chaca, Hist. de Tupungato, 287), aunque secundaria, sólo pudo originarse partiendo del lugar libre donde se recoge la manada, tomado luego por esta misma (caminaré hasta que encuentre la majada, entendido como si se aplicara a las ovejas que allí están); finalmente las acs. de mallada en catalán ‘lugar de reunión de los conejos de bosque’ (en Gandesa, según Amades, Excursions II, 289), ‘terreno bajo en el bosque, desprovisto de árboles por estar inundado durante el invierno’ (Blasco Ibáñez, Cañas y Barro, p. 66)1, suponen también la ac. admitida como básica por G. de Diego. Verdad es que también existen otras, pero las creo secundarias. En portugués Bluteau no parece tener una idea muy clara del vocablo, pues vacila en su definición (el ej. alentejano que cita no parece ser muy antiguo); Moraes: «malhada de pastor: o lugar ou cabana rústica, onde vƟo repousar á noite, onde o gado repousa; e talvez é cerrada»; Fig. recoge «cabana de pastores», «curral de gado» y «rebanho de ovelhas», pero también «estada de gado lanígero em terras de semeadura para as estrumar» y la antigua «terreno cercado em que se apascenta o gado»2; en catalán nos recuerdan a Nebr. el pasaje de Jaume Roig «casa segura / plasent e rica, / lo bordó hi fica, / fes-hi mallada, / pren-hi posada» (v. 12791) y la definición de Sanelo «casa de campo» (con cita de la Troba 20 de Ferrer), «masada o mallada: majada de ganado», pero no creo que se deba atribuir demasiada importancia a estos fáciles y tardíos desarrollos semánticos.

Sin embargo, la razón decisiva en favor de la etimología MACULA es la fonética: el étimo MAGALIA ‘choza de pastores’, voz púnica poco arraigada en latín, no es de creer que pudiera dar majada ~ malhada, perdiendo la -G- entre vocales en un derivado en -ATA, pues esta consonante sólo se pierde en romance junto a una vocal posterior, o a lo sumo tras I pretónica. Creo, pues, que debe abandonarse esa antigua etimología de Nebr. y Covarr., todavía aceptada por Diez y por la primera ed. de M-L.3.

Más imposible es todavía partir de MANSUM o de MANSIO, como sugiere Nebr., lo cual sólo podría ser en castellano si fuese portuguesismo, pero justamente, no sólo el port. malhada, gall. mallada ‘trinca, compañía’ (fulano y fulano son de una mallada, Sarm. CaG. 198v, 222r), cat. mallada, gasc. malhado, demuestran que había -L?- o -CL- originarias, sino también el alto-arag. mallata (RLiR XI, 21; BhZRPh. LXXXV, § 198a)4.

Por el contrario, son buena comprobación del étimo MACULA, ya columbrado por Gröber, defendido por G. de Diego, l. c., y últimamente aceptado por M-L. y otros, el paralelo cast. redil ‘majada al aire libre’, derivado de red, y el gascón pirenaico oriental malho ‘seto’, puesto de relieve por Rohlfs (ASNSL CLXXVI, 136, 135). Es verdad que MACULA o el romance malla no es ‘red’, sino ‘malla’, y el pasaje de Varrón citado por G. de Diego en apoyo de un lat. MACULA ‘red’ es completamente inseguro5; de todos modos el hecho es que la metonimia ‘malla’ > ‘tejido de malla’ es normal en todos los romances (cota de malla, en catalán ocasionalmente agafar el peix en les seves malles, etc.), y malhat aparece en el sentido de ‘red’ en el occitano medieval. El escrúpulo de Krüger (VKR VIII, 350) de que la costumbre de encerrar el ganado con redes es desconocida en el Noroeste peninsular, donde la familia de majada está muy arraigada en la toponimia, está lejos de ser decisivo, pues esta zona no tiene de ninguna manera la exclusiva del arcaísmo hispánico, aspecto en el cual en nada le ceden, p. ej., los Pirineos6.

DERIV.

Majadal. Majadear. Amajadar.

1 En este idioma sólo se conoce en las hablas al Sur del Ebro, pero está bien arraigado en la toponimia valenciana, y una mallada del Fenollar cerca de Valldigna (al Sur del Júcar) ya se documenta en 1300 (Butll. de la Soc. Castellon. de Cult. XVII, 35). Les Mallades, nombre de una partida del término de Sueca, en un contrato de 1506. Es posible dada la geografía del vocablo, en lo antiguo y en lo moderno, que en catalán sea mozarabismo. Es inseguro, sin embargo, pues Simonet no recoge ningún representante mozárabe auténtico del tipo léxico majada, y tampoco los veo en R. Martí ni en PAlc.; en este último maquiála, con que traduce ‘majada’, es palabra de raíz arábiga (Dozy II, 434a), sin relación alguna con esto.―

2 Además «barraca para o gado, porcos, etc.» en el Alentejo, «curral redondo aberto, de paredes inclinadas para o interior» cerca de Setúbal (RL II, 35), «cabana feita de ramos d’árvores e mato entretecidos» donde viven los carvoeiros de la Estremadura y Alentejo (RL I, 384), pero estos dialectos del Sur son muchas veces innovadores.―

3 Simonet quiere apoyarla con el ár. vg. nawwâla «cella, tugurium», ya documentado en el Glosario de Leiden y en R. Martí, y hoy arraigada en el árabe y el bereber del Norte de África, pero es muy dudoso que esto venga de MAGALIA, y si realmente tiene este origen, será como vocablo bereber hermano del púnico; desde luego no es supervivencia mozárabe, pues entonces no se explicaría ni la n- ni la -w-. Ciertamente no es descendiente romance de MAGALIA el nombre de lugar valenciano Magüella, y el cat. de Aragón Maella debe ser más bien MACELLA. En cambio sí vendrán de dicha palabra hispanoárabe otros dos nombres de pueblos: Nigüelas a medio camino de Granada a Motril y el municipio y sierra de Nigüella, unos 20 km. al N. de Calatayud: pero precisamente estos nombres acaban de demostrar que güe o wa en dicho vocablo andalusí viene de ֊ o de WA, pero no de GA ni pudo dar j castellana, y por lo tanto nada tiene seguramente esto que ver ni con MAGALIA ni con majada (acaso con NOVALE ‘campo roturado, cultivado’, o es voz bereber). Podría venir de MAGALIA el arag. Ma-gallón [1120], pero caben otras posibilidades.―

4 El étimo de Th. Claussen, RF XV, 882-3, lat. vg. *MALIATA, de un dórico μŗλειος ‘relativo a la oveja’, derivado del griego μŲλον ‘oveja’, no tiene verosimilitud alguna.―

5 Otras ediciones leen «septum totum rete grandibus maculis integitur», con lo cual macula queda con su sentido habitual de ‘malla’. Forcellini nota que sólo por sinécdoque puede llegarse a tomar macula como sinónimo de ‘red’.―

6 Malkiel, Univ. of Calif. Publ. in Ling. I, 235-7, aporta materiales sobre la cuestión.