MAHARÓN, ant. y and., ‘desdichado’, del ár. maɅrûm ‘desterrado’, ‘descomulgado’, ‘desgraciado’, participio pasivo de Ʌáram ‘privar (de algo)’, ‘prohibir, descomulgar’.
1.ª doc.: maharones, pl., 1472, Rodrigo Cota, RH I, 72, estrofa 48.
El vocablo corría ya anteriormente, aunque no es seguro si Eiximenis (fines del S. XIV) lo tomó del castellano o directamente del árabe de Valencia, en la forma disimilada baharon: «‘beatus qui tenet, baharon qui va cercant’, que vol dir que ‘benauirat qui té, e dolent és qui cerca’» (Regiment de la Cosa Pública. N. Cl. XIII, 179, repetido en la p. 182): sea como quiera la terminación muestra que el vocablo no llegó a catalanizarse del todo. El mismo proverbio repite S. de Horozco a med. S. XVI: «beato quien posee / y maharón quien demanda» (BRAE III, 411). Después cae en desuso y ya no lo registra Aut., aunque aparece como antiguo en la Acad. desde sus ed. del S. XIX. Hoy sigue diciéndose majarón en Andalucía (A. Venceslada); éste no procede del gitano majaró ‘santo, bendito’, como pretende M. L. Wagner (VKR IX, 166; Stray Notes on Spanish Romani, 134-8), sino que la voz gitana ha de ser palabra independiente o si acaso andalucismo. Indicó la etimología árabe Müller. En cuanto a la variante baharón, la hallamos también en J. del Encina (ed. Acad., p. 251), y de ahí parece haber salido, por cambio de sufijo, baharero, que tiene claramente el sentido de ‘desgraciado’ en J. Ruiz (1255) y se halla también en Antón de Montoro, sin que haya nada en el pasaje citado por el DHist. que nos invite a apartarnos de la misma idea de ‘desdichado, miserable’ (vid. Dozy, Gloss., 298; Suppl. I, 279b).