LÚBRICO, tomado del lat. lŭbrĭcus ‘resbaloso’, que ya en la baja época tomó la ac. figurada ‘pecaminoso’, ‘lascivo’.

1.ª doc.: princ. S. XVII, Lope, Góngora, Oudin.

Lope, Góngora y Huerta sólo lo emplean, en calidad de latinismo crudo, con su sentido etimológico, que es todavía el único registrado por Aut. y Terr., de suerte que se podría sospechar que el uso literario más corriente de hoy en día, en el sentido de ‘lujurioso, lascivo’, se deba a una imitación del francés; quizá no sea así, sin embargo, y quizá nos encontremos ante mi olvido de Aut., pues Oudin ya trae «lúbrico: lubrique, glissant, inconstant» y «lubricidad: lubricité, paillardise» (de donde el vocablo pasó a Minsheu); de todos modos haría falta confirmación, pues lúbrico falta en C. de las Casas, Percivale y Covarr. Para un representante hereditario, V. LÓBREGO.

DERIV.

Lubricidad [Oudin; no Aut.]. Lubricar [éste y lubrificar, como antiguos, en Acad. 1817; la forma afrancesada lubrificar, ajena al latín, es ya frecuente en el S. XIX (cita de Monlau, † 1871), aunque la Acad. no le haya dado el pase hasta ediciones recientes], tomado del lat. lubrĭcare ‘hacer resbaloso’; lubricación, lubricador, lubricante, lubricativo.