LÍMISTE, del mismo origen que el fr. limestre ‘especie de paño de lana’; del ingl. antic. lemster íd., propiamente nombre de la ciudad de Inglaterra donde se fabricaban estos paños.

1.ª doc.: ya en 1486 (Fs. Wartburg 1958, 584; más documentación en Hisp. R. XXVI, 285); 1605, Miguel de Madrigal1.

Éste pone el «fino límiste» al final de unos versos esdrújulos, que pueden verse en la ed. del Quijote por Rodríguez Marín (a. 1916, V, p. 194). Sancho en una sarta de refranes y frases proverbiales dice «más calientan cuatro varas de paño de Cuenca que otras cuatro de límiste de Segovia» (II, xxxiii, Cl. C. VI, 293). El sevillano R. Fernández de Ribera († 1631, obras desde 1609) en su inédita Asinaria confirma la acentuación del vocablo en los versos siguientes citados por el mismo erudito: «ropa de mil colores mal vestida / le llegava a los pies grosera y tosca, / con un vendo de límiste ceñida... / con un vendo de límiste me aprieto, / paño solo, por fino, que ha acertado / a recojerme en sí como discreto». También Quevedo h. 1640 habla del limiste de Segovia, al parecer como de un paño cuya estima había desmerecido (V. la nota citada), en lo cual puede fundarse la afirmación de la Acad. en 1899 de que el límiste era paño ordinario. En una poesía germanesca de la 1.ª mitad del S. XVII (publicada por primera vez en 1655) se habla de un condenado, Ganchoso el Tabernero, a quien patean vestido de limiste azotándolo por las calles2. Aut. define «el paño de primera suerte, más fino y perfectamente trabajado, que se fabrica en Segovia»; el primer lexicógrafo que recoge el vocablo, Oudin, da una variante distinta «limista: fin drap».

Con razón relaciona la Acad. con el fr. antic. limestre «sorte de serge croisée qu’on fabriquait à Rouen», empleado ya por Rabelais y corriente en el S. XVII; en el diccionario de Trévoux (1704) se asegura que viene del nombre del primer fabricante, y aunque esta explicación la han repetido el DGén. y Gamillscheg, carece de pruebas documentales. Que el vocablo venga de un nombre propio es probable, y por ello se habrá dicho también en francés drap de limestre y serge de limestre (Trévoux), pero en realidad tal nombre no es conocido, ni en Francia ni en España, como nombre de lugar o de persona3. La procedencia francesa no sería inverosímil, puesto que de paños se trata, y dada la fecha algo más antigua de la documentación en el país vecino; pero en realidad no hay prueba alguna de que no sea por el contrario el vocablo francés el de procedencia española, y aún podría indicarlo así el dato de Trévoux de que se fabricaba con la «mejor lana de España». Del francés se tomaría el bret. limestra adj. «violet, pourpre» (V. Henry), que según Troude es sustantivo masculino anticuado y vale «la couleur pourpre, le violet» y «le drap violet». Desde luego hay que descartar la etimología sugerida por Henry, lat. LIMBUS OSTREUS.

La buena etimología la encontró Sainéan (La Langue de Rabelais II, 226-7): es el nombre de la pequeña ciudad inglesa de Lemster (también llamada Limster y Leominster) todavía conocida por su comercio de lanas y que antes lo había sido por la fabricación de tejidos finos, según prueban dos antiguas comedias inglesas: «Yelding forth fleeces stopled with such wood, / a Lemster cannot yield more finer stuff», «far more / soft than the finest Lemster ore [= wore]» (Dodley, Ancient Plays VIII, 220, 443).

1 Según la Enciclopedia Espasa el vocablo aparece también en Márquez (1612) y en Pineda (h. 1590), lo cual no puedo comprobar, pues no figura en el orden alfabético del Prontuario de Mir, de donde lo cita Espasa.―

2 Límiste, como se lee en la ed. de 1664, ha de ser la buena lección, pues no tiene sentido «el límite golpeado» que se lee en las otras ediciones. Véase Hill, Poesías Germanescas, pp. 164 y 240.―

3 La terminación de límiste recuerda la de un nombre de lugar como Frómista, villa de la provincia de Palencia, de trasparente etimología germánica: gót. FRŬMէST ‘primero’, FRŬMէSTI ‘principio’. Pero nada parecido a límiste conozco en gótico ni en otros idiomas de la familia.