LUNANCO, aplicado a los cuadrúpedos que tienen una anca más alta que la otra, es derivado de *lun ‘anca’, variante dialectal del antiguo llun, que procede del lat. CLȢNIS ‘nalga’, ‘cadera’.
1.ª doc.: Acad. ya 1817.
No sé qué extensión tiene hoy el vocablo en España, si es que realmente es allí conocido; desde luego es muy vivo en el Plata y en Chile (ahí alterado en
nunanco: Román)
1.
Llun aparece traduciendo el lat.
CLȢNIS en el Glosario del Escorial (h. 1400), y ya en el Tratado de Albeitería leonés del S. XIII, estudiado por G. Sachs,
HispR. VI, 302, con el sentido de ‘nalgas’. La reducción de
CL- a
l- es fenómeno dialectal leonés del que se hallan otros ejs.: V. mi nota en
RFH VI, 111-2. En latín
CLȢNIS, que era masculino y femenino, significaba ‘nalga’ o ‘cadera’: no ha dejado otro descendiente romance que éste y el valón
clon «hanche des animaux»,
dicloné «déhanché» (
FEW II, 801). La ac. ‘pierna de cerdo o jabalí’, que ya hallamos documentada en latín, se perpetuó también en el cast.
lunada ‘anca y muslo del puerco’, hoy anticuado, pero documentado en la
Tragedia Policiana de Sebastián Fernández (1547)
2, la
Pícara Justina (Fcha.),
Fuenteovejuna de Lope (I, v. 218), y Covarr., que ya reconoció correctamente la etimología. Otro derivado del mismo radical es costarr., salv., venez, y colomb.
alunarse ‘ludirse el lomo de las caballerías’, que ya se halla en Suárez de Peralta (1580), en pasaje mal entendido por el
DHist.
3.
DERIV.
Lunada, alunarse, V. arriba.
1 A los ejs. que aduzco en mi artículo citado agréguese «una yegua lunanca y tristona», E. Montaine, La Prensa de B. A., 7-IX-1941; por analogía, aplicado a la luna en cuarto menguante: «la luna, vieja ya, despareja, ‘lunanca’ y enorme, apareció sobre un cerro» (figura etymologica), Silva Valdés, La Prensa de B. A., 15-11-1942.― ↩
2 «Una tajada de tocino de la lunada», NBAE XIV, 9.― ↩
3 Si alunado significara realmente ‘constipado’ no se comprendería el texto «habiéndole primeramente trasquilado y fajado la dicha parte alunada». Claro es que la misma etimología popular fué causa de que estas mataduras se atribuyeran a influencia de la luna, y alguna vez pudo extenderse el vocablo a las sufridas en otras partes del cuerpo; pero Gagini, Salazar y Alvarado coinciden en que las alunaduras se producen en el lomo. ↩