LOSA, del vocablo prerromano LAUSA ‘losa’ o ‘pizarra’, que se extiende por toda la Península Ibérica, Sur y Sudeste de Francia, y Piamonte, de origen incierto.
1.ª doc.: doc. de 1210, Oelschl.
Acerca de la cuestión de a qué lengua hubo de pertenecer este vocablo, poco podemos afirmar; puede darse por descartada la procedencia latina o itálica, de una forma emparentada con el gr. λĘς, tal como habían supuesto Bücheler (ALLG II, 606) y más tarde Nigra (AGI XIV, 285), V. las razones dadas en contra por Schuchardt (l. c.) y M-L. (ZRPh. XXIII, 473-4). Pero sobre si el vocablo es céltico o no lo es, discrepan las opiniones; una antigua etimología céltica fué rechazada por Schuchardt, ZRPh. VI, 424; no obstante, este autor en su citado artículo posterior admite como posible esta nacionalidad lingüística, que M-L. más bien rechaza en el REW (4946), y Wartburg la admite (FEW V, 211-2), pero con la salvedad de que acaso los galos lo heredaron de una población anterior, lo cual sería lo mismo que negar el carácter céltico del vocablo. El único argumento firme en esta disputa es el esgrimido por Jud (ASNSL CXXIV, 391): la limitación del vocablo dentro de Francia al Sur y al SE., hace dudar del origen galo. Claro está que, por razones geográficas, tampoco puede ser ibérica una palabra extendida hasta el Piamonte y el interior de Suiza3. Pero nada se opone a que proceda de un tercer pueblo4. Vco. lauza «dalle de pierre», propio de la Navarra francesa y española, pero lauzatu «tejado, toit» está además en los Refranes vizcaínos del S. XVI, y el cpto. harlauza (arri ‘piedra’) «dalle» es también suletino y labortano (arlau y arlaba registrados por Bera-Me., no Azkue, se habrán extraído también de *arlau(z)). Para formas locales catalanas, vid. VKR IX, 162, y mi DECat.; para representantes locales gallegoportugueses, Hubschmid, Festschrift Jud, 270-1. La variante lòsa, que, en la vertiente Norte de los Pirineos, se extiende desde el Bearne hasta las Landas, Gers, el Valle de Arán y Toulouse (pero ya no en el Ariège; vid. ALF, 1756 ‘ardoise’, y comp. 154 ‘boue’), y podría suponer una variante primitiva *L֊SA, se explicaría, según Krüger, Die Hochpyr. A, II, 81, como préstamo hispánico debido a que en estas regiones se cubrían antes los techos con paja.
DERIV.
Losar o enlosar [«e.: pavimento», Nebr.]; losado [«l. de piedras: lytostrotum; l. de azulejos: asarotum; l. de ladrillos; l. de arte música; l. de maçacote», Nebr.; APal. 329b; como nombre topográfico, «fue al losado que dizen de Canjáyar», Pérez de Hita, Guerras C. de Granada II, 97]. Loseta (‘losa artificial de cemento hidráulico’ cub., Ca., 72). Losilla.
1 El geólogo Gálvez C. define el gall. lousa como «pizarra tegular» (BRAE XXII, 489). El mismo sentido es normal en portugués.― ↩
2 Es muy dudoso en cambio que la frase lausum fecit filio, incomprensible, del Truculentus de Plauto, deba enmendarse en lausam fecit filio entendiendo ‘enterró a su hijo’, vid. Schuchardt, ALLG VII, 113-4, contra la opinión de Schöll, ALLG IV, 258.― ↩
3 Para representantes toponímicos y dialectales en este país, vid. J. U. Hubschmied, VRom. III, 102-3.― ↩
4 Parece haber relación de hermandad (pero no de préstamo) con un abundante grupo de palabras griegas de raíz λαυσ- (λα?(ε)σ-) con el significado de ‘piedra, losa’, para las cuales vid. Walde-H., s. v. lausa. V. además Schuchardt, Roman. Etym. II, 195. La reciente tentativa de Kurylowicz, Mél. Vendryes, 213, para atribuir el vocablo al céltico, no ha conducido a resultados positivos. Puede reconocerse como verosímil su idea de que el sentido inicial es el de ‘pizarra’, y entonces es muy posible que venga de la idea de ‘partir’, como el gr.-lat. schistus, el cast.-vasco pizarra (?) y otros paralelos. Pero nada adecuado a esta idea se halla en celta insular. El lingüista polaco supone un céltico *LOUS- o *LEUS- hermano de las formas germánicas fleuso ‘lonja de tocino’ y flosa ‘escama’, que corresponderían a una raíz indoeuropea PLEUS- ‘partir’, ampliación de (S)PEL-; pero la posibilidad es vaga y la analogía semántica demasiado remota para tomarla como prueba seria. En cuanto al alem. fliese ‘losa’, que él, fiándose del anticuado diccionario de Fick, explica por una raíz alternante *PLEIS-, nada puede tener que ver con ello, puesto que era vlins en alto alemán antiguo (vid. Kluge). Ni siquiera podemos considerar averiguado si el vocalismo primitivo fué LEUS-, LOUS- o LAUS-, en lo cual vacila Wartburg (l. c., nota 7 y fin de la columna a), y para lo cual poco ilustran las listas de Dottin, Langue Gaul., 60 y 97. ↩