LIZO, del lat. LզCէUM ‘hilo transversal con que se separan los hilos de la urdimbre para facilitar el paso de los de la trama’, ‘hilo de la trama’, ‘hilo o cordón en general’.

1.ª doc.: lizo, h. 1400, Glos. del Escorial.

Tiene z sonora también en APal. («lizos en que se ligan los estambres de las telas», 245d; «quien entrava en casa ajena a buscar fruto entrava ceñido con lizo y tenía puesta ante los ojos una escudilla por mostrar empacho de la presencia de las madresfamilias», 233b) y Nebr. («lizo para ordir e texer: licium»). En Chile lizo significa hoy «palito que reemplaza a la lanzadera en los telares de mantas de lujo», según la Acad.1; Cej. VII, § 86.

DERIV.

Liza arag. ‘hilo grueso de cáñamo’. Enlizare. tela: licia addo telae», Nebr.]; comp. el gall. enliçarse ‘enmarañarse’ (con dz sorda en los pueblos del Limia que distinguen, conforme a la fonética gallegoportuguesa; Schneider, VKR XI, 265).

1 Comp., en la Arg.: «El liso es un sencillo mecanismo destinado a facilitar el cruce de los hilos después del paso de cada hebra transversal», Chaca, Hist. de Tupangato, 301; «el telar además lleva en su parte baja de dos a cuatro pedales o sarunas, que sirven para que la tejedora accione los lisos para el cruce de los hilos», Orestes di Lullo, La Prensa de B. A., 15-XII-1940.