LINTERNA, del anticuado lanterna, tomado del lat. lantĕrna íd.; la i española se explicará por influjo de interna (por estar la luz encerrada en las linternas).

1.ª doc.: lenterna, Berceo, S. Dom., 531d; lanterna, 1402, invent, arag. (BRAE III, 539); linterna, principios del siglo XIV, Libro del Cav. Zifar, 13.8; Alonso Fernández de Palencia, 255d.

Lanterna se halla también en doc. náutico de 1430 (Woodbr.), en Guzmán de Alfarache, en el Casamiento Engañoso (Cl. C., 202), en el Quijote, en Espinel (Fcha.), y es la forma adoptada por Nebrija, que el Dic. de Autoridades no mirabat todavía como enteramente anticuada, si bien prefería la forma en li-; lenterna1 aparece en fray Juan de Lerma (S. XVI), BRAE XVII, 238; y Julio Cejador y Frauca, en Tesoro de la Lengua Castellana, VII, § 26. Estas dos variantes se deben al influjo de interna (lenguaje vulgar enterna) por la misma etimología popular que fué causa de que apareciera en el latín tardío la variante laterna, relacionada con latēre ‘estar oculto’, pero el verdadero origen del vocablo latino es el griego λαμπτƲρ ‘antorcha’, ‘lámpara’, ‘linterna’. Los demás romances literarios conservan el vocalismo latino: portugués lanterna, catalán llanterna (pero linterna en St. V. Ferrer, Sermons I, 71.27), francés lanterne, italiano lanterna, etcétera; aunque dialectalmente aparecen formas en i en muchas partes: linterna en la Beira (RL V, 164), alinterna en el Algarbe, en el Minho y en Miranda is Duero desde 1658 (RL VII, 37, 284; Leite, Opúsc. II, 471); linterna, -arna, en algún dialecto francoprovenzal (FEW V, 166a); linterna en hablas retorromances, y en dialectos italianos desde las Marcas (ARom. XIII, 257) hasta Calabria y Sicilia; ìntjerna en serviocroato (Bartoli, Das Dalmatische I, 307; Jud, Archiv für das Studium der neueren Sprachen, CXXII, 433; W. Meyer-Lübke, REW 4896).

DERIV.

Linternazo. Linternero. Linternón.

1 Lenterna en el gallego de las Ctgs. (134.65 y 405.17).