LIMO ‘lodo’, tomado del lat. LզMUS íd.

1.ª doc.: h. 1350, Poema de Alfonso XI, 120.

También en APal. («limax es gusano que nasce en el limo o en lodo», 247b; 46d) y Nebr. («limo, por el cieno: limus»). No es raro en el Siglo de Oro (Aut.) y no está olvidado en la actualidad; conservado en todos los romances, aunque es raro y literario en Italia, Cataluña y otras partes, y raro y sólo antiguo en francés.

Port, y gall. limos ‘las aguas que rompen antes del parto, fluido amniótico’, de donde figuradamente ‘signos de germinación o nacimiento de algún hecho’: «uns anaquiños de eternidade que aínda xacen nos limos da concencia labrega e marineira», «os limos étnicos que rixen o seu instinto» (Castelao 272.4, 151.1).

DERIV.

Limoso [Gral. Est. I, 159b; APal., 394b; Nebr.]; limosidad.