LENTEJA, del lat. LENTէCŬLA íd., diminutivo del sinónimo LĔNS, -TIS.

1.ª doc.: J. Ruiz, 1167c.

De uso general en todas las épocas y común a todos los romances de Occidente. La forma castellana y el it. dial. lenteccia (incluyendo quizá el it. lenticchia), así como el gall. lentella (Sarm. CaG. 91v), proceden de LENTէCŬLA, mientras que las formas galorrománicas, catalana (llentilla, hoy cat. centr. llentia) y portuguesa (lentilha) corresponden a LENTզCŬLA. La variante disimilada lanteja se halla en un ms. de J. Ruiz, en los glosarios de A. Castro, en el Guzmán de Alfarache (Cl. C. II, 10.16; V, 27.13), etc.; Cej. VII, § 59.

DERIV.

Lentejar. Lentejuela [Acad. ya 1817], en la ac. ‘cada una de las planchitas de metal brillante que se cosen a un vestido como adorno’; pasó al cat. antiqüela ( = cat. puro llustrí), Romanceillo de Milá, n.° 259 B, v. 4 (romance recogido en La Llacuna). Del lat. LENTզGէNEM: port. lentigem ‘mancha de la piel, efélide lentiforme’, gall. lentinxas ‘granillos como lentejas que nacen a los cochinos y vician el tocino’ (Sarm. CaG. 67r) y con la variante lantinxas, que es la que el propio Sarm. pone en boca de rústicos en su copla 1076.

Lente [1708, Tosca], tomado del lat. lens, -tis, ‘lenteja’, por comparación de forma; lentezuela. Lenticular.