LECHINO, ‘mechoncillo de hilas que se coloca en lo interior de las úlceras y heridas para facilitar la supuración’, del lat. LզCINIUM ‘compresa, gasas’, derivado de LզCIUM ‘lizo’, pero el consonantismo indica que hubo de llegar al castellano por conducto del mozárabe.
Aut. define «clavo de hilas que usan los cirujanos para las heridas, llagas y otras cosas»; falta en otros diccionarios del Siglo de Oro. Indicó la etimología Cabrera, y la acepta M-L. (
REW 5018), agregando representantes lombardos y genoveses. Port.
lichino, que Bluteau define «
sƟo fios juntos que... se metem nas chagas e feridas para se
nƟo cerrarem mais depressa do que convem; differem das mechas, em que estas tem fios torcidos por fora, para ficarem tesas e capazes para entrarem pelas cavernas das chagas... o que nao tem os lichinos», y cita ej. en la
Recopil.
de Cirurgia de A. da Cruz (1661), y otro de
lechino en la
Cirurgia de Ferreira. En castellano hay significado secundario ‘grano o divieso puntiagudo y lleno de materia que sale a las caballerías’ [Acad. ya 1817], con variante
lechín en esta ac. [Acad. ya 1869].
LICINIUM daría *lechiñ y luego *lechín, en mozárabe, parcialmente castellanizado en lechino.