LATIR, ‘dar ladridos entrecortados el perro cuando ve o sigue la caza, o cuando de repente sufre algún dolor’, ‘dar latidos el corazón, las arterias o la apostema cuando madura’, del lat. GLATTIRE ‘lanzar ladridos agudos’.
1.ª doc.: h. 1300, Gr. Conq. de Ultr., 26 (1.ª ac.).
DERIV.
Latido; nótese la variante latrido («tanto que yo oí los latridos de los canes et el son de los cuernos, cavalgué luego...»), en el Cuento del Emperador Otas (p. 466, 1.6), princ. S. XIV, debida a la contaminación de ladrar; de ahí, progresando la contaminación, posteriormente ladrido, que dió el arranque a los sustantivos castellanos en -ido derivados de verbos de sonido, de la primera conjugación, formación ajena al latín y a los demás romances3. Latiente [Oudin; raro].
1 Ocasionalmente llega hasta ‘temblar’: «tremere: temblar, aver pavor, latir con los miembros, estremecer».― ↩
2 «Un gran corazón que parece latexar... ecesita dúas forzas», Castelao 89.20, 227. 3.― ↩
3 Ayudó ruido, y luego sonido, que al principio se pronunciaría sonido, como representante semiculto de S֊NէTUS, trasladándose después el acento bajo el influjo de ruido y ladrido. Con estos modelos se crearon finalmente chillido, silbido, aullido, etc. ↩