LATENTE, ‘oculto’, tomado del lat. latens, -ĕntis, íd., participio activo de latēre ‘estar escondido’.

1.ª doc.: h. 1520, Padilla, ej. único (C. C. Smith, BHisp. LXI); Acad. 1869, no 1843.

Al parecer entró como vocablo médico, pero se ha extendido bastante en la lengua escrita. Muchos, y aun gente bastante culta, lo emplean disparatadamente en el sentido de ‘palpitante’ o ‘vivo, animado, intenso’, por creerlo participio del verbo latir; vid. Cuervo, Ap.7, p. 423; Spitzer, RFE XVI, 149; Ortiz, Ca., 231. Es palabra que sería preferible evitar fuera del lenguaje técnico.

DERIV.

Latitar ant. ‘esconderse’, tomado de latitare, frecuentativo de latere; latitante [Mena (C. C. Smith)]. Delitescencia, tomado de delitescere ‘esconderse’, derivado de latere. Lantano, derivado culto del griego λανȎάνειν ‘estar oculto’, hermano del lat. latere; se dió tal nombre a este metal por su rareza.

CPT.

Letargo [h. 1600, Paravicino], tomado del gr. λƲȎαρƔος ‘letárgico’, ‘olvidadizo’, ‘perezoso’, compuesto de λƲȎƓ ‘olvido’ (de la misma raíz que λανȎάνειν y ęρƔóς ‘inactivo’); letárgico, letargía [med. S. XV, Juan Agraz (C. C. Smith)], letargoso, aletargar.