LANGOSTA, del lat. LOCŬSTA ‘saltamontes’, ‘langosta de mar’; variantes LACUSTA y LONGUSTA, más semejantes a la española, y quizá explicables por influjo de otros vocablos, parecen haber existido ya en el latín tardío.
Aparece también en los glosarios de h. 1400, y en el sentido de crustáceo marino en J. Ruiz, 1111
a. La forma
lagosta se lee en la
1.ª Crón.
Gral., 20
a32, en los Fueros de Aragón de h. 1300 (‘saltamontes’, Tilander, § 139.13), en Nebr. («
lagosta de la tierra: locusta») y hoy sigue diciéndose
llagosta en Asturias para la de mar (V). Se dice
lagosta en portugués (
lang- trasm.), en gallego predomina la variante
lagôstra sin
n, como nombre de la de mar, en los mss. de Sarm. (también Vall.), aunque el fraile benedictino también da
langosta y
langostra (
CaG., p. 208),
llagosta en catalán (pero
llangosta en la capital valenciana,
llangost(
a) en Tarragona, las Garrigas y el Alto Pallars,
llagosta de nuevo desde Alcoy a Alicante), y las formas correspondientes a una base
LACUSTA son generales a todo el romance hasta el rumano, mientras que en lengua de Oc reaparece
langousto, más semejante a la variante castellana. La forma
lacusta aparece en uno de los mss. de Plauto (
Bb) en
Men., 924 (Graur,
Rom. LIV, 504)
1, y puede explicarse sea por influjo de
lacus ‘vivero’ o de
lacertus ‘lagarto’; no está descartado que sea incluso variante originaria, pues algunos creen que el vocablo está emparentado con el gr.
λƓκĘν ‘saltar’, y quizá con
lacertus, pero esto es muy incierto. Más seguro parece que el sentido primitivo fué ‘saltamontes’, extendido a ‘langosta’ por comparación de las patas de los dos animales (vid. Ernout-M.); la seudo-etimología de S. Isidoro «
locusta, quod pedibus sit longis veluti asta» (
Etym. XII, viii, 9) parece indicar que el santo pronunciaba ya una forma vulgar
longusta (no documentada en los mss.), en que el vocablo, inmediatamente después de la sonorización romance de la -
C- intervocálica, sufrió la contaminación de
longus por la longitud de las patas del animal; pero también es posible que la
n adventicia naciera en
langostino por propagación de la otra nasal, pues el lat. vg.
LUCUSTINUS es ya palabra antigua (documentada en el
Liber Glossarum, y en
CGL V, 309.4), y de allí se propagara a
lagosta. De una antigua forma romance
LONGUSTA saldrán el mozár.
ȐanǤûɊ (S. XII, Abencuzmán) y el ár. afric.
Ȑankûš, con deglutinación de la
L- confundida con el artículo (Simonet, s. v.
anchúç). Acerca de las denominaciones romances del saltamontes, vid. Schuchardt,
ZRPh. XXXI, 12ss.; Bertoni,
ARom. I, 263.