LACIO, antiguamente llacio, del lat. FLACCէDUS ‘muelle’, ‘caído’, ‘lánguido’, derivado de FLACCUS ‘lacio’.
1.ª doc.: liado, Berceo, Mil., 537c (I; A lacio).
Puede representar lo mismo la grafía
lhacio de
S.
Mill., 257. En J. Ruiz, 1492
b, está
lacio1; también en Nebr. («flaccidus, languidus») y APal. (527
b), y es palabra bien conocida desde el Siglo de Oro; Cej. VII, § 33. La variante
lacio con
l- será de procedencia dialectal. Para ese tratamiento en hablas leonesas, V. lo que digo en
RFH VI, 247. El vocablo latino está poco representado fuera del cast.: gasc. del Gers
lacit ‘marchito’ (
Mélanges Chabeneau, 302) y alguna forma del Este de Francia y de los Dolomitas (
REW 3342).
DERIV.
Alaciarse [1589, DHist.], con las variantes laciar (V. nota arriba) y enlaciar.
1 El sentido de lados en J. Ruiz, 376b, no está claro; la conjetura de BKKR de que sea presente de laciar puede apoyarse en la existencia de tal verbo en G. de Segovia, p. 79. ↩