JUREL, tomado del mozár. šūrêl o del cat. sorell íd., diminutivos del lat. SAURUS íd., que a su vez se tomó del gr. σαǢρος ‘lagarto’ y ‘jurel’.

1.ª doc.: xurel, 1505, PAlc.

El mozárabe šūrêl aparece ya en el almrinense Arbolí (S. XV), šuríl en PAlc. (con el nombre de unidad, secundario, šuríla), šerál en el árabe marroquí (Lerchundi) y šerl en el argelino (Beaussier). Jurel es la forma más extendida en castellano (Aut. xurel; Cej. VIII, § 126), la he oído en Almería y se emplea en Málaga [1789, Medina Conde], en Murcia dicen sorel o jorel (G. Soriano), en Chile surel (Echeverría, p. 49). «La caballa y el zurel» en Lope, BRAE XXIX, 338. Gall. xorêlo (= escribano, ast. chicharro, Sarm. CaG. 81v, 199v). La denominación catalana es sorell, extendida por toda la costa de esta lengua, pronunciada con o en Valencia (El Archivo II, 157), y ya documentada en esta región en 1369 (Ag.). En lengua de Oc hallamos saurel en la Narbonense y sieurel en Provenza (ambos en 1554), suverèu en Marsella y en el Var (suvereau según Cotgrave), severèu en el Ródano, suarèu en Niza (Mistral). Sardo surellu, suredda, it. sugarello, Elba sugherello, venec. suro, Roma suvaro. Por otra parte el primitivo se conserva en la forma sauru o sauro en Sicilia, Calabria, Nápoles y Roma (Rohlfs, EWUG, n.° 1920), sàvaro en Sicilia y Tarento (Carus II, 669), en Genova (Casaccia); en fin, seguramente, el vasco guip. sauri «pez de la costa, muy insípido, fr. saure» (Azkue). Vid. Simonet, s. v. xurel; Barbier, RLR LIII, 50-52. El nombre científico del jurel es Caranx Trachurus o Trachurus Trachurus, y aunque tiene algún parecido con la caballa no debe confundirse con este pez (según hace M-L., REW 7627). En latín se halla SAURUS como nombre de pez en Casiodoro (según Barbier) y en Levio, coetáneo de Cicerón, citado por Apuleyo (Gaffiot); el gr. σαǢρος consta como sinónimo de τραƔοǢρος, es decir, ‘jurel’. La denominación ‘lagarto’ se le daría, según Barbier, por una analogía de forma (comp. it. lacerto ‘caballa’): la analogía podría consistir en el cuerpo alargado que caracteriza al jurel; pero quizá sea preferible pensar en lo escabroso o tosco de la piel del jurel, especialmente en su cola, que dió lugar a la denominación gr. τραχοǢρος, y aun podría suponerse que se tomara ‘lagarto’ en el sentido de ‘dragón’, pensando en las dos aletas de grandes espinas que cubren el jurel. Las formas sieurel, suvereu, sugherello, su(va)ro, las atribuye Barbier a otro étimo, lat. SȢBER ‘corcho’, a causa de las «nuances jaunâtres et dorées de ce poisson», pero si esto ya es poco convincente desde el punto de vista semántico, menos lo es separar etimológicamente los dos grupos de denominaciones. Evidentemente debió haber préstamos de un idioma a otro. Es seguro que las formas sardas son catalanismos, como siempre ocurre en nombres de peces, y es probable que también lo sean todas las formas que Barbier quiere derivar de SUBER: el cat. sorell, pronunciado surell en la costa del Principado, Rosellón, Menorca e Ibiza, parecía derivado de suro ‘corcho’, de ahí la adaptación local en ciertos dialectos occitanos e italianos a los nombres locales de este vegetal; de ahí sieurel, suvereu, sugherello, etc., y los derivados regresivos suro y suvaro. En cuanto al cast. jurel, puede ser mozarabismo, pero entonces esperaríamos conservación del diptongo AU; más bien parece que la forma catalana se comunicaría a la costa andaluza (tomando š y u en boca de los moros granadinos), y de allí pasaría al castellano general.