JORNADA, tomado de otro romance, probablemente de la lengua de Oc, donde jornada, íd., es derivado de jorn ‘día’, procedente del lat. DIŬRNUS ‘diurno, que ocurre durante el día’, adjetivo que en el latín tardío se sustantivó en el sentido de ‘tiempo diurno’, por oposición al nocturno.
1.ª doc.: Berceo.
Este poeta lo emplea ya en los sentidos de ‘tiempo que dura la claridad diurna’, ‘camino que se hace durante un día’, ‘distancia de camino de un lugar a otro’. Aparece también en J. Ruiz, en Nebr. («jornada, camino de un día: dieta, mansio»). En la Edad de Oro son frecuentes especialmente las acs. relativas al camino: ‘viaje (en general, y sin referencia a su duración)’, La Señora Cornelia (ed. Losada, p. 176), Coloquio de los Perros (ed. Cl. C., p. 278), Tirso, El Condenado por Desconfiado (I, vi, ed. Losada, I, vi, 108), R. de Alarcón, La Verdad Sospechosa (Cl. C. 85); de ahí: ‘expedición militar’ [1527: Terlingen, 181], y especialmente ‘alarma falsa, cuando por algún designio el capitán quiere apercibir su gente, o para probar su ánimo’ (ejs. de Lope en El Cuerdo Loco, T. A. E., p. 208); ‘acto de una obra teatral’ [1517, Torres Naharro: Terlingen, 100]. Aunque es posible que en alguna de estas acs. influyera un modelo italiano, jornada era palabra más o menos usada en sus principales acs. ya en la Edad Media, y así de ninguna manera puede pensarse que el vocablo se tomara del italiano, como suponen Terlingen, y ya J. de Valdés, Diál. de la L., 34.22, aunque éste duda entre Italia y Cataluña. Esto último podría ser, pues jorn y jornada son corrientes en el catalán literario de todas las épocas (ya S. XIII, en Lulio, en el Consulado de Mar, etc.); sin embargo, el cat. jorn se anticuó en la lengua hablada a fines de la Edad Media, y el uso de dia fué siempre preponderante en catalán, aun desde principios de la época literaria, mientras que en lengua de Oc la lucha entre los dos vocablos se desarrolló en sentido opuesto y dia sólo ha sobrevivido en algunas hablas gasconas y en las del Sur del Languedoc; es lógico, por lo tanto, suponer que el derivado jornada tuvo más vitalidad de buen principio en lengua de Oc que en catalán, que en efecto hasta hoy en día suele oponer diada al cast. jornada. Es probable, pues, que la fuente de este vocablo deba buscarse en la lengua de Oc; tampoco es de creer que se trate de una adaptación del fr. ant. jornee, que habría dado jornea, forma que de hecho existe en algunos textos de principios del S. XV, sea en el sentido de ‘viaje’ o en el de ‘especie de casaca o túnica’ (A. Castro, Glos., 168-9).
DERIV.
Jornal [h. 1400, Glos. del Escorial, trad. diarium y stipendium; APal. 132d, 274d; «jornal, precio de trabajo de un día: merces», Nebr.], tomado de oc. ant. jornal íd., otro derivado de jorn; cf. G. Colón, Occitanismos (Enc. Ling. Hisp. II, 179); jornalero [Nebr.]; ajornalar.