JILGUERO, ‘Acanthis carduelis’, del antiguo sirguero, derivado de sirgo ‘paño de seda’, porque sus colores recuerdan los de los paños antiguos de este tejido.

1.ª doc.: sirguera, S. XIII, Elena y María, RFE I, 661; «sirguerito, ave: carduelis pictus», Nebr.; salguero, citado de Lope por Aut.

La forma sirguero figura también en el Tributo de César, de Santiago Álvarez Gamero, segunda mitad del S. XVI, en C. de las Casas (1570), Percivale, Oudin y Covarr., en novela mejicana de 1620, y hoy sigue siendo usual en Extremadura; sirguerillo está en María de Zayas (DHist., s. v. cendalí); xirguerito está en Bartolomé de Villalba (1577); silguero se halla con frecuencia en los clásicos: Cervantes, Lope, Suárez de Figueroa, P. de Oña y Quiñones de B. (NBAE XVIII, 545), y hoy es todavía la forma popular en Santander, Andalucía, Méjico, Costa Rica, Chile, Arg.2, Asturias y castellano de Galicia (BRAE XIV, 91); gall. silgueiro (Sarm. CaG. 91v; Vall.).

La comparación de estas diversas variantes nos muestra que sirguero es seguramente la originaria, cambiada luego en silguero por disimilación, y en xilguero al palatalizarse la s por acción de la i siguiente. Ahora bien, notó M. P. que los colores variados del plumaje del jilguero, oro viejo, amarillo vivo y negro intenso con pintas rojas, recuerdan mucho las combinaciones de los paños de seda antiguos, y como la seda se llamaba antiguamente sirgo no hay dificultad en derivar de ahí nuestro vocablo; para el origen de sirgo, V. JERGA I.

El sinónimo pintacilgo [Aut.; -silgo, 1602, Nomenclator Octolinguis, s. v. carduelis, seg. Sarm.] se explicaría seguramente por un cruce del otro sinónimo pintadillo [Aut.] con sirgo o silgo, empleado este último en Maragatería como adjetivo con el significado ‘de dos colores o pelos’, hablando de la capa de los animales (BRAE III, 60); pintassilgo es palabra más corriente en portugués que en castellano, y se halla documentada en la forma -sirgo en lo antiguo (C. Michäelis, Misc. Caix, 143-4), y ya en el Palmeirim de 1544 (Moraes)3; en gallego, localmente, pintaxilgo en Goyán, pintasilvas en Verín (Crespo Pozo). En vista de la poca extensión de pintacilgo en castellano, no tiene importancia para la etimología su -c-.

No es aceptable la etimología σίλυβον ‘especie de cardo’, sugerida por Baist (ZRPh. VII, 115) y adoptada por M-L. (REW 7924) y A. Alonso (Problemas de Dialectol. Hispanoamer., 158), en vista del paralelismo con el lat. carduēlis y los romances cardelina, cardina, cadernera, chardonneret, nombres del jilguero, todos ellos derivados de cardo: no hay, en efecto, indicio alguno de que nuestro vocablo tuviera -b- originaria en lugar de -g-, ni hay otros testimonios de la existencia de esta voz griega en romance ni casi en latín4. GdDD 6130-1 pretende apoyar su étimo σίλυβον ‘cardo’ con un nav. cubo ‘jilguero’; pero no hay tal *cilbo: Iribarren sólo recoge cilbete «nombre que dan en Tafalla a una clase de pájaro», sin precisar más de qué pájaro se trata, que no sabemos tenga relación alguna con el jilguero. Las objeciones que contra la etimología de M. P. formularon M-L. y Baist (KJRPh. VI, 392) son vagas y carecen de fundamento5. El adjetivo silgo que he citado arriba aporta una buena confirmación del étimo aquí aceptado, y xerguerito en una Farsa del S. XVI (Fcha.) es derivado de jerga, sinónimo de sirgo.

El gall. xílgaro (Rosalía de Castro, Follas Novas, glos.; Carré; Castelao 205.3; como ponte-vedrés ya en Sarm., CaG. 125v, cf. Pensado ib. p. 235) o sílgaro (G. de Diego, Gram. Hist. Cast., 38, h. 6) ‘jilguero’ es otro derivado de sirgo, con el sufijo átono -´aro ; la misma formación tiene la variante xílguero coruñés (Cuveiro), sílguero que corre en Chile y Tucumán, y jílguero empleado en la Rioja argentina y en el Ecuador (V. mi nota en RFH VI, 213-4).

1 «El gayo e la gaya, /... / el tordo e el lengulado / e don palonbo toreado / e el estornino e la calandra, / que sienpre de amor cantan, / el pelisco e la sirguera, / que de todos los buenos eran».―

2 En coplas populares de todo el país, y en particular Cuyo, Córdoba y Santiago del Estero (Draghi, Canc. Cuyano, 34, 247, 248, 573, 574; I. Moya, Romancero, I, 211; O. di Lullo, Canc., de Santiago, 160, 384). Para la demás documentación, vid. Cuervo, Obr. Inéd., 97-98; BDHA IV, 297; BRAE XIV, 91; RH XL, 160. En Cáceres y Sierra de Gata se pronuncia šilgéro, pero es š- secundaria y reciente, pues la x- antigua se pronuncia en estos pueblos; dzargé?ru en un pueblo de lengua portuguesa de la misma provincia (Espinosa, Arc. Dial. 226).―

3 Una variante pintassilbo corre hoy en varias localidades del Minho portugués (Leite de V., Opúsc. II, 441, 504), pero no se puede dar mucha importancia a esta variante local y moderna.―

4 Es verdad que sale una vez en Plinio, como voz erudita, pero es arbitrario derivar de ahí el port. silva ‘zarzamora’, que siempre se ha identificado con el lat. SILVA; en cuanto al nombre portugués de pájaro sílvia, por lo demás vocablo poco común, no es el ‘jilguero’, sino el ‘pardillo’, y no vendrá de ahí, sino del nombre propio de persona.―

5 No es verdad que sirgo no designara paños de seda, sino sólo la seda en bruto. Lo contrario es lo más frecuente en la Edad Media: «los que son vestidos de sirgo e de púrpura no pueden santamente vestir a Jesucristo» (Consolaciones del Antipapa Luna, p. 586a), «El Infante traxo dos caballos, y dos piezas de sirgo y dos espadas de plata» (Crónica de Juan II, en Aut.), y V. el ej. de xirgado que cito s. v. JERGA I.