JIBIA, tomado del mozárabe xibia, procedente del lat. SPէA, y éste a su vez del gr. σƓπία íd.

1.ª doc.: sîbiya y šîbiya, 1106, Abenbuclárix; xibia, J. Ruiz, 1104b; Cej. VIII, § 23.

Las formas citadas sîbiya y šîbiya están también en Abenalbéitar, xíbia, como palabra hispanoárabe, en PAlc., šíba en Abenalauam, y chébbia, šébbia, síbia y otras formas análogas en los dialectos africanos del árabe (Simonet, 515). También el port. siba presenta una forma semejante. Suele citarse jibia como ej. del «tratamiento esporádico» de la s- latina como j- (x-), pero en realidad el tratamiento de la P en combinación con yod prueba terminantemente que ésta no es palabra puramente romance, sino mozarabismo o arabismo, aunque en última instancia sea de abolengo grecolatino; en el grupo P? la R se conserva intacta en romance, sin excepción: apio, sepa, quepa, etc. Nuestra -b- no es, pues, un caso de sonorización romance de la -P- latina, sino debida a la pronunciación arábiga, y por lo tanto la x- será también mozárabe. El tratamiento puramente romance lo vemos en el cat. sípia o sépia, oc. sepcha o sípia, port. siba, hoy gall. xibia, pero Sarm. recoge todavía sibia y xibia (CaG. 82v), it. seppia, fr. seiche ‘jibia’; vasco txipiroi ‘calamar, jibión’ (< txipio(n)e, con -r- antihiática), que a su vez ha dado el bilb. chipirón (Arriaga). Pedro de Rúa (¿soriano?), a. 1549, empleó en castellano sepia [Aut.]; como nombre de colorante sepia [Acad. S. XIX] se tomaría del it.

DERIV.

Jibión.