JEJA, tomado del cat. xeixa íd., del mismo origen incierto que el langued. sieisso, langued. y prov. saisseto, quizá de un célt. *SASSIA íd. (comp. Galés haidd).

1.ª doc.: Terr.

El término castizo en castellano es candeal. La Acad. admitió el vocablo con la localización «en nuestras provincias de Levante» (ya en 1869). De hecho se emplea en Albacete (RFE XXVII, 249) y Murcia (G. Soriano). En catalán lo hallamos ya en textos de los SS. XIV o XV (Misc. Fabra, 173); allí es de uso general y muy popular, y en el País Valenciano se conserva una forma seixa, que ha de ser la etimológica (M. Gadea, Tèrra del II, 79, 154). El área se prolonga hacia el Norte en el langued. sieisso «variété de froment barbu» (Mâzuc), saisseto o seisseto «froment de la plus belle qualité» (Sauvages), que es también rodanense (Mistral); saisseta se documenta en Aviñón ya en 1445 (Pansier). Como etimología señaló M-L. (ZRPh. X, 172) la voz asia, que Plinio (XVII, 40) da como denominación de esta especie al pie de los Alpes; supuso este filólogo que debía enmendarse el texto en *sasia, de acuerdo con la base céltica postulada por el galés haidd, al cual corresponde en sánscrito sasya y en bactriano antiguo hahya1. Sin embargo, el propio M-L., poco más tarde, en su Roman. Gramm. I, rectificó, partiendo de un lat. SAXEA, y en la ZRPh. XVII, 566-70, explicó que lo hacía porque el grupo intervocálico -S?- sólo podía dar -s- y no -ix- en catalán, -s- y no - ss- en lengua de Oc, razón indudablemente fundada (como notó también Baist, KJRPh. IV, 315); en reemplazo del étimo céltico proponía M-L. un adjetivo lat. SAXĔUS ‘de color de roca’. Con ello no logró la aprobación de Schuchardt (ZRPh. XVI, 522-3), que apoyaba SASIA con nuevas razones, ni la de Jud (ARom. VI, 192n.), quien rechaza el étimo SAXEUS por razones semánticas, y propone partir de una variante céltica *SASSIA, con una geminación dialectal. Quizá pueda aceptarse esta conclusión, aunque conviene no perder de vista que las demás formas indoeuropeas también postulan -S- sencilla; haría falta citar otros ejs. de dicho fenómeno fonético, pues luego se ha visto que el que entonces citaba (fr. amblais) no es valedero. El principal fundamento de M-L. puede haber sido la existencia de un oc. ant. sais, saissa, adjetivo documentado en el sentido de ‘gris’ (pel sais, crin saissa) en tres trovadores de fines del S. XII y comienzo del XIII. Pero la verdad es que éste lo mismo puede ser un derivado de *SASSIA ‘candeal’ que el primitivo de esta palabra, comp. el cast. trigueño ‘moreno’, derivado de trigo, y candeal, derivado de CANDէDUS ‘blanco’. En conclusión, ninguna de las partes ha logrado probar su tesis en forma definitiva2.

DERIV.

Sisella ‘paloma torcaz’, arag. (Coll A.), tomado del cat. xixella, dial. sissella (anotado en Bellmunt de Mesquí, prov. Teruel), cat. ant. saxell, íd., por el color gris de esta ave, comp. fr. biset íd., derivado de bis ‘gris oscuro’ (V. mi nota, BDC XIX, 41). PAlc. 170b7 «çorita paloma: xa, x» que, por cierto, es indicio claro de un étimo con -x- y no con -SS?-, pero no es razón firme contra SASSIA > xeixa sino más bien contra la identidad etimológica de xixella con xeixa; el hispanoárabe hamĭma çakrĭa «paloma que cría en las piedras», PAlc. 341al6, prueba que xaxa y xixella deben venir directamente de SAXUM, puesto que es un derivado del ár. çára «peña, gran piedra» (PAlc. 346b39). Representantes de SAXUM en la toponimia mozárabe son no sólo el Sa(i)x de Villena, sino también la pda. S༱ȳxa de Benicàssim.

1 Por lo demás, según J. U. Hubschmied, VRom. III, 110, la caída de s- estaría documentada como fenómeno dialectal en galo, en lo cual no hay acuerdo común.―

2 Nótese además que hay una oposición vocálica entre el langued. sièisso, que parece suponer un étimo en Ĕ + I, y el cat. xeixa que se opone a ello rotundamente, postulando A + ? (un étimo en Ĕ habría dado *xixa en catalán). En vista de que el testimonio occitano de 1445 apoya el vocalismo catalán, hemos de creer que sièisso sea forma secundaria: quizá regresión de saisseto > seisseto.