JARIFO, ‘rozagante, vistoso’, del ár. šarîf ‘noble, ilustre’, ‘excelente, de calidad superior’.
En el glosario de las
Leyes de Moros y de la
Suma de la Ley y Çunna, textos moriscos de los SS. XIV y XV, respectivamente, figura «
jarifo,
-a: noble, distinguido» (
Memorial Hist.
Esp. V, 427ss.)
1. En un romance tradicional viejo, correspondiente a la segunda mitad del S. XV, el vocablo tiene ya el sentido moderno o quizá el de ‘fino, aristocrático’: «Ella hincada de rodillas, / él estála enamorando; / sacándole está aradores / de las sus
xarifas manos» (M. P.,
Floresta II, 82.24)
2; de ahí puede venir la ac. ‘blanda’ que en calidad de neologismo atribuye a
cosa xarifa Cascales en 1617 (ibid.). Por lo demás, el vocablo es frecuente en el Siglo de Oro, con su sentido moderno: «un Adonis Chaldeo, / ni
xarijo ni membrudo, / que trahía las orejas / en las jaulas de dos tufos» (Góngora, en
Aut.),
«T
UR. Yo vengo a ver a Juana, prenda mía. / R
ES. Y yo a gozar de Luisa el alegría. / T
UR. La mía es una idea en rostro y talle. / R
ES. En el talle la mía la aventaja, / porque Luisa es
jarifa» (Quiñones de B., ed.
NBAE, 692; otro ej. análogo, p. 596); otro ej., de Andrés Muñoz, en Fcha. La etimología es indudablemente
šarîf, voz de uso general en clásico y en vulgar, que aunque significa fundamentalmente ‘noble, ilustre’ también puede tener el valor de ‘excelente’ (p. ej. aplicado al aceite, Dozy,
Suppl. I, 749
b), como dijo Engelmann (Dozy,
Gloss., 354); y no
harîf ‘amante’, según quería Eguílaz (p. 431) y admitió dubitativamente Steiger (
Contrib., 259), vocablo menos conocido por lo demás, aunque ya está en las
Mil y una Noches (Dozy,
Suppl. I, 272
b; la ac. ‘cliente, comprador’ es africana y reciente). La razón decisiva es la fonética, pues la
x- antigua, y aun la
j- del Siglo de Oro, no puede conciliarse con un
Ʌ arábigo; el sentido, por otra parte, indica lo mismo
3.
Hay modernamente una variante
garifo [Terr.; Acad. ya 1843] que se deberá a contaminación del sinónimo
garrido: hoy es usual en Álava (Baráibar), en la Arg.
4, etc., y con el sentido secundario de ‘hambreado, glotón’ en el Ecuador y Costa Rica (Lemos,
Semánt.
Ecuat., s. v.); si esta variante fuese antigua y
jarifo tuviera fecha reciente podría tomarse como indicio de un étimo arábigo con velar o aspirada inicial, pero no es éste el caso.