JARCIA, ‘aparejos y cabos de un buque’, ‘conjunto de redes de pescar’, ‘carga de muchas cosas diversas sin orden ni concierto’, del gr. biz. Ɔξάρτια, plural de Ɔξάρτιον ‘aparejos de un buque’, derivado del gr. Ɔξαρτίζειν ‘equipar, aparejar un navío’, y éste de ıρτιος ‘ajustado’.
Ahí tiene el sentido de ‘enseres’: «
exarcia de cozina, dos sartenes, dos calderuelos, unas treudes» (
BRAE II, 709); en otro de 1374 aparece en el sentido de ‘conjunto de muchas cosas desordenadas’: «una grant
exarcia, yes a saber: striperas, muesos de ffrenos e vancos de ffrenos con otros ffierros, ffueron stimados en XX sueldos por ffierro viello» (
BRAE II, 344). Pero el sentido primitivo sería, como en los demás romances, el marino, ya documentado en APal.: «
aplustre es la
xarcia de la nao o la vela y los otros aparejos como pértigas y remos», «
sitarcie son las
xarcias de los marineros o navegantes» (25
b, 459
d), y en doc. de 1492 (Woodbr.); en el mismo sentido está en Fr. L. de Granada, mientras que Cervantes y Quevedo lo emplean en el de ‘carga de cosas distintas para cierto uso’ (Fcha.), y en los Estatutos de Zaragoza aparece con la ac. pescatoria. Sigue siendo vocablo vivo hoy en día, aunque no de uso general; Cej. IX, § 207. Del mismo origen, port.
enxàrcia ‘cordaje de navío’, oc. ant.
sàrsia [1374]
1 o
sàrtia [1390], hoy
sàrtis (
FEW III, 261), it.
sane o
sartìe ‘aparejos de navío’; en catalán la forma común es hoy
xarxa, pero
xàrcia en algún punto del Principado,
sàrsia en la costa alicantina y en Tortosa,
xèrxa o
xèrxi en Mallorca, sàrtia en Denia, y la ac. más corriente es ‘red de pescar’, o ‘redes (colectivo)’, en la Edad Media se halla
exàrcia con frecuencia desde el S. XIII (Perpiñán, a. 1284,
RLR IV, 374;
Consulado de Mar, cap. 20, 56, 90 y passim), por lo regular ‘aparejo de navegación’, otras veces ‘cordaje’ en particular (ibid., cap. 163). Procede, según indicó Diez (
Wb., 282), del gr. biz.
Ɔξάρτιον ‘aparejos náuticos’, documentado desde el S. VIII.