JAMETE, ant., ‘tela de seda rica’, tomado del b. gr. ƈξάμƩτος, propiamente ‘de seis hilos’, compuesto de ƅξ ‘seis’ y μίτος ‘hilo’, por la forma de tejerla; pero, aunque se desconoce por qué conducto llegó el vocablo a España, en todo caso no es palabra heredada del latín vulgar.

1.ª doc.: xamed, Cid; xamete, Alex., 894a.

M. P., Cid, 166.17 y 903. Xamet aparece en textos del S. XIII, xamete en el XIV y todavía en el Amadís (Aut.), xamit en Sta. M. Egipc. y otro texto contemporáneo. A los ejs. citados por M. P. pueden agregarse xamet, Alex., 1338; Gr. Conq. de Ultr., 305. El vocablo se halla también en cat. ant. samit [Ag., S. XIII], oc. ant. samit, fr. ant. samit (> a. alem. med. samît, alem. samt), it. sciàmito (acentuación que no se puede asegurar, tratándose de una palabra medieval); comp. FEW IV, 418a. Observa M. P. que no es probable que la Acad. tenga razón al acentuar jaméte contra la etimología, pues no se explicaría entonces el paso de i a e. Sin embargo, observaré que ninguno de los textos poéticos castellanos permite asegurar cuál era la acentuación de la palabra, y que en cambio el acento en la última sílaba está asegurado por la forma misma del vocablo en francés1 y por las rimas en lengua de Oc: M. P. cita un ej. de samit rimando con ardit, y yo puedo agregar otro donde está acoplado a vestit2. En castellano mismo no es de creer que, si se hubiese acentuado *xámed o *xámet, se hubiera podido convertir luego en *xámete: el resultado posterior habría sido ciertamente *xámed, como huésped. La falta de -o final en castellano prueba que el vocablo no es patrimonial, sino tomado de otro idioma medieval. La é no prueba nada en favor de la tesis acentual de M. P.: por la terminación no habría dificultad en creer que se tomó del galo-rrománico, con cambio de la terminación rara -it por -et(e), tan frecuente en los galicismos; sin embargo, la x- parece indicar que no es ésta la fuente, que tampoco puede ser el italiano, por la terminación ni por la fecha misma del vocablo; quizá, como tantos otros nombres de telas preciosas, sea mozarabismo. En resumen, la historia del vocablo es oscura, pero es seguro que no es palabra hereditaria en Castilla y no hay motivos firmes para cambiar la acentuación que admite la Academia.

DERIV.

Jametería, ‘zalamería’, murc. [Terr.; Acad. ya 1817], no es probable que venga del ár. Ʌammâd ‘que alaba sin cesar’ (palabra ajena al árabe vulgar, a juzgar por su ausencia en el Suppl. de Dozy): el matiz de ‘zalamería’ (que no es lo mismo que ‘alabanza’ o ‘adulación’) indica más bien comparación con la lisura y tacto agradable del jamete.

1 La î larga del alemán medio prueba también que se tomó de una forma romance con i acentuada.―

2 «Tais a vestit / drap de samit / et pot ben gran aver mandar, / que ges no·1 do / nom de baró...», Peire Cardenal, Predicansa.