INCORDIO, antiguamente encordio, designaba un tumor desarrollado en el pecho de los caballos, como el b. lat. y cat. ant. anticor, oc. ant. ancor, port. antecor o antecoração; la forma española supone un b. lat. *antecordium, derivado de cor ‘corazón’, por hallarse ese tumor ante el corazón del caballo, de donde *ancordio y encordio; extendiéndose a las bubas sifilíticas cuando se propagó esta nueva enfermedad.

1.ª doc.: encordio, como término de albeitería, en el S. XIII; incordio, Timoneda, † 15831.

La etimología se hizo evidente con la observación de G. Sachs (HispR. VI, 301) de que en el Tratado de Albeitería por él estudiado, encordio correspondía a la enfermedad llamada ancor2 en un texto occitano del mismo siglo o princ. S. XIV (Rom. XL, 360), y a la designada por anticor en un texto en latín medieval. Y en efecto, otras fuentes confirman estos datos. La versión catalana de la Cirugía de los caballos, escrita en latín por el catalán Tederic a med. S. XIII, deja en su forma original latina la rúbrica «De anticore», y describe la enfermedad en los términos «glànola que a vegades es en los pitz es agreujada... Cor [= ‘pues’] assats es veyna al cor [= ‘corazón’] e anojosa; aquesta malautia es apellada universalment antiquor» (BDC XIX, 242). Así la Menescalia catalana de Díeç (S. XV) como el citado tratado occitano dicen que el anticor se hace en el pecho del caballo, y el primero explica que se hace «contra lo cor» y el segundo que es «fort contrariosa» a esta viscera; por lo demás, el vocablo catalán se aplicó también a los bueyes según otro tratado del S. XVI (Alcover, s. v.). En portugués antecor y antecoração se refieren asimismo a tumores del pecho de ambas especies animales (Moraes, Fig.), y lo mismo se dice en francés ancoeur, documentado desde fines del S. XVI, o bien anticoeur o avantcoeur, que aparecen desde 1688 (FEW II, 1176a). Se comprende que junto al citado b. lat. anticor existiría en el mismo idioma una variante *antecordium (comp. Precordial ‘lo que está ante el corazón’), y que éste se contrajera en *ancordio, como de hecho ocurrió en lengua de Oc y francés, y como se produjo en el cast. amparar ANTE-PARARE, alnado (o andado) de ant-nado ANTE-NATUS, cat. ampit ‘antepecho’, ancorda ANTE-CHORDA, etc.; luego se pasó, por cambio de prefijo, a encordio (comp. cat. emparar ANTE-PARARE) y finalmente incordio, a causa del grupo ȧk (como rincón < rencón < rancón). La forma encordio es la que corría aún en tiempo de C. de las Casas3, Antonio de Molina (1571)4, Covarr., Oudin y aun Aut., si bien este léxico ya le prefiere la forma con i-, para la que cita ejemplos de Fragoso (1581) y Quevedo; en todos esos autores designa ya la buba venérea. El cambio semántico era fácil, pues el incordio del caballo, naciendo en el pecho tenía que estar cerca de las ingles del animal, y era tanto más comprensible cuanto que caballos y soldados eran inseparables, y estos últimos fueron al principio los más atacados de sífilis, en sus fáciles aventuras de Italia y de América. Encórdio e incórdio tienen el mismo sentido en portugués, y Bluteau cita ej. del último en una Luz da Medicina que no puedo fechar.

1 «Creo soys potroso / yendo esparrancado, / o en vos muy inchado / incordio llevays», BRAE III, 565.―

2 De este oc. ancor serán alteraciones por etimología popular santand. malcor ‘tumor del ganado’ y malcorarse ‘contraer este mal’; no del lat. MARCOR ‘languidez, marasmo’, ‘putrefacción’ (como dice GdDD 4150a).―

3 No sé en cuál de los sentidos, pues traduce pannocchia, que no figura en los diccionarios modernos (sólo ‘mazorca’, ‘cola del caballo’ y ‘bulbo de cebolla’), y aunque en Venecia y Como panoccia es ‘tumor’, ignoro de qué naturaleza.―

4 Quizá sea ‘tumor en general’: traduce el náhuatl tocatlaxuiztli por «cierto encordio o nacido», tlaxuiztli por «divieso, encordio o nacido», vitomi por «rebentar el nacido o encordio, deshazerse el divieso».