IMBORNAL, ‘cada uno de los agujeros abiertos en la borda de una embarcación para dar salida al agua que se acumula sobre cubierta’; antiguamente embornal, tomado del cat. ant. embrunal, metátesis de *umbrenal, y éste del gr. ƺμβρινĮ τρƲματα ‘agujeros para la lluvia’, del adjetivo ƺμβρινóς ‘pluvial’, derivado de ƽμβρος ‘lluvia’; el cast. mod. imbornal procederá del it. dial. imbrunale, metátesis del it. ombrinale, del mismo origen.

1.ª doc.: embornal, 1573, E. de Salazar, Cartas, p. 41; imbornal, Aut.

Embornal aparece también en García de Palacio (1587), Th. Cano (1611), la Recopilación de Leyes de Indias (1681), y es la forma preferida por Aut. y por la Acad. hasta 1884 inclusive. En catalán aparece embrunal en las Costumbres de Tortosa (S. XIII, ed. Oliver, p. 454) y en el Tirante el Blanco (h. 1465), ambrunal en el Consulado de Mar (S. XIII, cap. 18); hoy se dice embornals o bien embons (reducción de *emborns, derivado retrógrado de embornals). En italiano sólo puedo documentar imbrunale en el S. XVI―en la traducción del Consulado de Mar1―y ombrinale desde el XVIII (Stratico), pero debe de ser forma mucho más antigua. Dialectalmente hallamos unbrinȄ en Savona, ombrinae en Génova, ombrinal y brunal en Venecia, burnale en Sicilia, Tarento y Malta, imbrunale en Nápoles, ambrunale en Córcega; de Italia pasó brumal a Veglia, brùnô o bùrnô (genit. -ála) al croato de Dalmacia (ARom. VI, 241-2). En portugués embornaes (citado de Amaral por Moraes) o burnaes, en Porto do Son imornales, gall. inmornales (en Finisterre), embornales (en Pindo), vid. Schroeder, VKR X, 1942.

En mi estudio del Homenatge a Rubió i Lluch III (1936), 291-2, propuse la etimología gr. ƺμβρινĮ τρƲματα ‘agujeros pluviales’, atendiendo a que la misión de los imbornales es justamente dar salida a las aguas de lluvia y otras que podrían inundar la cubierta («orifizio... per lo scolo dell’acqua di lavaggio, della piovana e di quella eventualmente imbarcata sotto i colpi di mare», definición del Diz. di Mar.), y teniendo en cuenta que el adjetivo ƺμβρινóς aparece en textos del griego tardío, como los escolios de Arato. Hoy esta etimología me parece asegurada por el campid. ombrinali ‘canalón, canal de tejado’3, significado arcaico que nada puede extrañar en la conservadora isla de Cerdeña4. También la Acad. [S. XX] da como castellana la ac. ‘agujero por donde se vacia el agua de lluvia de los terrados’, que no sé dónde está en uso. No es verosímil la formación *IMBRONALIS (de IMBER) según el modelo de aquilonalis y septentrionalis, como propone Alessio, It. Dial. XII, 1936, 192-3.

1 Ignoro la fecha, de Targa citado además por Jal.―

2 El trasm. bornal ‘bolsa de cuero’, ‘bolsillo’ y ‘estómago’ (RL XI, 297) será otra cosa. C. Michaëlis había citado (St. z. rom. Wortschöpfung, 58) un port. cimbornal, cuya existencia pone en duda Baist (ZRPh. V, 235). Si existe será debido a aglutinación del cast. los imbornales.―

3 Salvioni, Arch. Stor. Sardo V, n.° 32; Guarnerio, KJRPh. XII, i, 143. La etimología lat. IMBER ‘lluvia’ que ahí se propone chocaría con graves obstáculos fonéticos y morfológicos. En realidad ombrinali no tiene tal sentido, sino el de ‘imbornal’, y es italianismo, M. L. Wagner, RF LXIX, 248-9, quien por lo demás aprueba con reservas mi etimología.―

4 La relación que Jal sugirió entre imbornal y un b. lat. bornellus ‘tubo’ citado por Du C., en doc. de 1501, no sirve de mucho. Este vocablo no es más que una latinización del oc. bournel, fr. med. y dial. bournel ‘tubo’, de origen incierto (FEW I, 566; REW 1220a); pero esta palabra es exclusivamente galorrománica, mientras que embornal parece ser oriundo de Cataluña y de Italia; por otra parte -al no corresponde a -ELLUS, y la sílaba em- tampoco se explicaría.