HÉROE, tomado del lat. hērōs, hērōis, y éste del gr. Ƙρως, Ƙρωος, ‘semidiós’, ‘jefe militar épico’.
El texto de este lexicógrafo, que en parte sólo define el vocablo como latino, revela el uso escaso o nulo que tenía en esta época: «
Heroes, fijos de la tierra della engendrados... dizese heroico porque en tal metro mayormente se cantan los fechos de los
heroes es a saber de los fuertes varones» (191
d), o con otra variante: «Adramin fue nombre proprio de uno de los
heroas» (9
b), «
Emitheos... medio dios segund que tenian opinión de los
heroas» (132
b, otra vez 103
b). El Comendador Griego (1499) sólo lo emplea explicándolo a continuación «
Heroes se llaman los excelentes e claros varones». De todos modos, además de emplearlo Gonzalo Pérez en su traducción de la Odisea (1553), se hace frecuente desde fines del S. XVI (Herrera, Góngora, Balbuena, Lope, Villamediana, etc.), aunque todavía falta en Covarr., y Oudin da la forma
heros. Cej. IV, § 69. La acentuación castellana es contraria no sólo a la latina, sino a la italiana (
eròe), portuguesa (
herói) y catalana (íd.); Cascales (1617) considera que
héroe es pronunciación bárbara, todavía
Aut. acentúa gráficamente
héroe (en el texto de este artículo y en el de
heroico), y así acentúan en sus versos Gonzalo Pérez, Cosme de Aldana (1589), Villamediana († 1622), Valentín de Céspedes (1640) y Álvarez de Toledo († 1714); nótese, sin embargo, que estos dos últimos autores son más conocidos por sus preocupaciones ortológicas que por su estro poético, y según Cuervo (
Ap., § 112), la otra acentuación, que para Robles Dégano (p. 204) representa «el uso general», fué la seguida por Herrera, Balbuena, Góngora y el autor de la
Epístola Moral a Fabio (h. 1630)
1; la acentuación está clara también en un verso de Lope: «que a tantos
héroes la cerviz opresa» (
La Hermosura de Angélica IV, v. 307, ed. Sancha, p. 59).