HITO, adj. ant. ‘clavado, hincado’, m. ‘mojón’, ‘blanco’, del lat. arcaico y vulgar FզCTUS, participio pasivo de FզGĔRE ‘clavar’.
1.ª doc.: fito, doc. de 1074, Oelschl.
En latín clásico era FIXUS el participio de FIGERE, pero FICTUS se halla en autores preclásicos y tardíos, y es el único que ha pasado con carácter popular al romance, donde se conserva en todas partes salvo Rumania y Cerdeña, aunque en Francia es raro en el Sur y casi únicamente gascón, y en el Norte sólo dejó huellas toponímicas.
DERIV.
Hita ‘especie de clavo pequeño’ [Aut.; a fita ‘del todo’, Berceo, S. Mill. 378d: «perdió el sol la lumbre, estido embargado, / de todo so oficio a fita despojado»]; comp. n. 2, el nombre de lugar Hita, y el cat. fita, gasc. hite ‘mojón’. Hitón4. Fitoria ‘cada uno de los palos que sostienen el tejido de los lladrales’ ast. (V). Cohita ‘conjunto de edificios contiguos, manzana de casas’ [«relunbró la confita de relumbror doblado», Berceo, S. Oria 122c; también en la Partida VII, ley vii; cohita en doc. de S. Millán de la Cogolla, a. 1265], del lat. CONFզCTA, participio de CONFզGĔRE ‘clavar una cosa con otra’ (Lapesa, RFE XVIII, 113-4). Ahito [m. ‘hartazgo’, h. 1490, Celestina; adj., princ. S. XVI, Antonio de Guevara; vid. DHist. y Cuervo, Dicc. I, 280], en vista del cat. enfit ‘indigestión, empacho’ (ya medieval), y a pesar del port. ant. afito, palabra poco frecuente (afitar en Prestes, S. XVI), creo que procede del lat. INFզCTUS, participio de INFզGĔRE ‘clavar o hundir en algo’ (comp. el infito ‘fijo, firme’ citado más arriba y el engad. infichar ‘apretar, poner en apuro’, REW 4401, iffick ‘asco’, ‘sufrimiento’), con reducción fonética de enh- > ẽh- > ah-, como en ahorcar < enforcar, ahogar < enfogar; ahitar [princ. S. XVI, Juan del Encina; DHist.; Cuervo, Dicc. I, 279-80], comp. cat. enfitar íd. [ya Jaume Roig, h. 1460], port. ant. afitar. Citora murc. ‘fisga’, tomado del cat. fitora íd., del lat. *FICTORIA, derivado de FIGERE. Fizar arag. ‘clavar el aguijón, picar’ (en todo el Alto Aragón: Peralta; BhZRPh. LXXXV, § 273; RLiR XI, 102), también cat. fiçar, langued. fissar (ya h. 1300, VRom. III, 270), gasc. hissà íd., vco. ronc. fizatu ‘picar, morder’, fizadura ‘mordedura’, proceden de *FզCTIARE, derivado de FICTUS (FIXARE habría dado *fixar, -jar); fizón ‘aguijón’, murc. binzón, cat. fiçó. Sofito [Acad. 1817, no 1783], del it. soffitto ‘techo de una estancia’, de SUFFզCTUS, part. de SUFFզGĔRE ‘clavar por debajo’.
1 De ahí la ac. ‘negro’ aplicada al caballo (Aut.), que semánticamente se explica como prieto, propiamente ‘apretado’ > ‘espeso’.― ↩
2 Pronto dejó de entenderse, de ahí que Santillana y Covarr. deformen en romero ahito (afito). Hita parece haber significado ‘mosquito’: «Es abundante toda la provincia [de Mendoza] de víboras y demás animales ponzoñosos, y de las hitas, importunísimas, grandes y pequeñas; las mismas calidades tiene San Joan de la Frontera», Fr. Reginaldo de Lizárraga, Descripción Colonial (fines del S. XVI), cap. 71 (Draghi, Canc. Cuyano, p. 450).― ↩
3 Comp. infito en Berceo: «Fita es un castiello fuert e apoderado, / infito e agudo, en fondón bien poblado», S. D. 733. De la locución en hito viene la posterior más desarrollada de hito en hito [Sta. Teresa], que Cervantes altera levemente convirtiéndola en de en hito en hito: Quijote II, xxviii, vid. nota en Cl. C. VI, 202. Comp. cat. de fit a fit íd., con el derivado cat. y port. fitar ‘mirar fijamente’; gall. mirar fite a fite (Castelao 239.9, 207.18), fi? a fite ‘de hito en hito’ y ollos fiteiros «ojos flechadores» (Vall.); y gall. fitar, que ha dejado de ser ‘mirar fijamente’ para volverse ‘mirar, contemplar’ («puden fitar a escea mais arrepiante» Castelao 187.8) y aun sencillamente ‘ver’ («na paisaxe hai mais cousas que fitar» íd. 155.7, 44.7, 203.13, 48.24, 30.8).― ↩
4 Acerca de hitar ‘amojonar’ [Acad. S. XX], del cual no conozco ejs., y de su supuesto derivado hitación, V. lo que dice B. Sánchez Alonso: «el obispo ovetense Don Pelayo [S. XII]... incluyó la División [de Wamba], manipulada a su gusto, primero en el Liber Itacii y luego... en su Liber Chronicorum... El primero, cuyo título ha originado tantas conjeturas y que condujo a forjar el vocablo hitación, es una seudohistoria tejida con datos fantásticos para deslizar en ella los hechos que le convenía acreditar», RFE XXVIII, 92. ↩