HELGA, ‘argolla, armella’, ant., del ár. Ʌílqa íd.
Acad. 1817 da la forma
alhelga como anticuada, y
helga con la misma definición; en las últimas ediciones del mismo diccionario sigue haciéndose lo mismo en este último artículo, pero se ha suprimido el primero. Ni Covarr. ni
Aut. dan muestras de conocer el vocablo por otra fuente que por Tamarid. Parece haber sido siempre palabra rara. En cambio, debió de arraigar en portugués
1; de ahí debió de pasar al gall.
alferga ‘dedal’ (Sarm. coplas de 1746), como voz especial de sastres y costureras (
CaG. 58
v); lo común, aun en gallego, es
dedal, aunque el dedal sin tapa es sólo
alferga (V. más citas en
DAcG. y Crespo Pozo, p. 424);
alfergueta ‘tira de cuero que emplean los marineros como protección de la mano para coser’ (
DAcG). Alfonso el Sabio citó
alhelca, pero sólo como palabra árabe (Eguílaz, 190). En árabe clásico es
Ʌálqa, pero las fuentes hispánicas (R. Martí, PAlc.) traen
Ʌílqa (comp. Dozy,
Suppl. I, 317
a); Steiger,
Contr. 257.