HEBILLA, del lat. vg. *FզBĔLLA, diminutivo del lat. FզBŬLA íd.

1.ª doc.: fiviella, doc. de 1258; hevilla, J. Ruiz, 1004a, Nebr.

Muchos ejs. de fiviella en el S. XIII citados por A. Castro, RFE VIII, 355; feviella en los Aranceles del mismo siglo, fevilla en APal. (79b, 97d, 160b, 467b), fibella en las Glosas catalano-aragonesas de Munich (RF XXIII, 250), etc.; Cej. VIII, § 19.

Forma de interés muy especial es el ast. cibiella ‘vara ablandada en agua para darle flexibilidad, a fin de que sirva como ligadura en varias faenas agrícolas’ (M. P., Rom. XXIX, 342), ‘vara retorcida que, entre otros usos, tiene el de atar al pesebre la collera de las vacas’, cibiella y cibiellu ‘vara retorcida que emplean los labradores en diferentes usos’ (V), santand. cebi(ll)a íd. (G. Lomas, Mugica), sanabr. θebía (o febjéa) ‘hebilla’ (Krüger, VKR VIII, 41n.), gall. cibela ‘collar de vara flexible que sujeta el cuello del buey...’ (M. P.), ‘barbilla, suelta de correa con que se ata el yugo al pescuezo de los bueyes por medio de dos palitos que tienen unas muescas para graduar apretando o alargando’ (Vall., junto a fibèla ‘lazada corrediza’)1; por otra parte, cat. sivella ‘hebilla’, documentado desde 14032, Ariège sibela ‘prendedor de madera para sujetar un haz de heno’ (Fahrholz, Wohnen u. Wirtschaft, 96), Baja Auvernia šཙvlå «petit anneau dans lequel rentre l’agrafe» (Dauzat, Vinzelles), norm. (?) civelle «lanière de cuir pour attacher un manteau à la selle d’un cheval»3. Es posible que esta variante ya se halle en el castellano del S. XIII, si es verdad que siviella ‘hebilla (en los arreos de un caballo)’ figura en Alex. 105c4.

Bien mirado, está fuera de dudas que todas estas palabras son modificaciones de *FIBELLA, pues el lat. fibula aparece con igual sentido que el ast. cibiella en Catón. Desde Parodi (Rom. XVII, 58) y M. P. (Rom. XXIX, 342) se ha venido discutiendo la explicación de esta c- sorprendente. Con razón adujo Jud el logud. tibbia ‘hebilla’, FIBULA, en la discusión del problema (Rom. XLIII, 453; RLiR II, 230); como junto a esta forma existen θibbia, tsibbia y otras variantes análogas en otros dialectos sardos, estamos ante el fonema representado por th- en los antiguos documentos sardos, que corresponde históricamente a la ç castellana, pero no puede corresponder a una Ci latina, que en el Logudoro se conserva como velar. Por lo tanto, esta th- y la c- hispánica obligan a descartar la idea de un cruce, no sólo con SUBULA ‘lezna’, sino también con CINGERE ‘ceñir’, con CIPPUM ‘cepo’5 o con el cast. cerrar, que no existe en sardo. A no ser que las formas sardas sean extranjerismos alterados, no se ve otra alternativa que admitir una disimilación de las dos fricativas labiales consecutivas f-v en θ-v, donde la θ sería sustituida instantáneamente por la africada vecina ts en los lugares donde el fonema Ȏ no existía (idea ya sugerida por Salvioni, Baist, KJRPh. VI, 386-7, y Krüger, Litbl. XLVIII, 202; ZRPh. XLVI, 463). Es verdad que M. L. Wagner (Hist. Lautlehre des Sardischen, p. 211) se inclina a considerar que las formas sardas son alteraciones de un italianismo, cuya consonante inicial fué mal oída; se trataría, pues, de un caso de «equivalencia acústica», fenómeno del que se ha abusado tanto, pero en el caso de un extranjerismo la idea no es inaceptable; de hecho fibbia y Ƈibbia aparecen con -b- en hablas campidanesas donde los grupos de consonante más L no palatalizan esta consonante6; esto debilita el interés de estas formas sardas para la resolución del problema hispánico, aunque es verdad que otras variantes como tilibba < θlibba < θibbla (citada por Jud y no explicada por Wagner), y la ignorancia en que quedamos respecto de si thibla aparece ya en sardo antiguo, impiden dar por conclusa la investigación en este punto. M. P., l. c., se inclinaba también a explicar el hispánico cibiella, sivella, por una alteración espontánea de la F- (de la cual cita ejs. bien conocidos, como celpa por ‘felpa’, Celipe, etc.; véase además RFE I, 182), pero la verdad es que casi todos estos ejs. tienen explicaciones individuales (cruces en algunos, disimilación de labiales en otros) y que la teoría del error de audición o «equivalencia acústica» no puede satisfacer por sí sola. Cierto es que en Asturias el cambio de f- en Ȏ- está muy extendido y aun parece espontáneo, pero nada de eso hubo nunca en Cataluña, y ahí es donde civella aparece desde más antiguo. En todo caso, no cabe en España la explicación por errores en préstamos o extranjerismos (como en el caso del arag. cerrocarril, palabra culta, imitada bárbaramente), dada la antigüedad y carácter general del cat. sivella y el carácter rural de las demás formas. En conclusión, se puede admitir que los fonemas f y Ȏ presentan una semejanza grande que facilita los cambios recíprocos, pero en el caso de cibiella el impulso determinante hubo de proporcionarlo la disimilación7; aun en las formas sardas ayudaría la disimilación, pues los errores auditivos tienen escaso influjo en el desarrollo del lenguaje, y para prosperar necesitan que por cualquier razón, mecánica o psicológica, sean más fáciles de pronunciar o de recordar que la forma correcta8.

DERIV.

Hebillaje. Hebillar. Hebillero. Hebilleta [fivilleta, fin del S. XIII, RFE VIII, 355; arag. figuilleta, invent. de 1400, BRAE IV, 222; hevilleta, Nebr.]. Hebillón o, cruzado con aguijón: hebijón. Hebilluela. Ast. cibiellada ‘latigazo dado con una cibiella’ (R), ‘garrotazo’ (V).

1 Por otra parte, la forma θebía, que se halla en el gallego del Limia junto a fibía, feb-, fab-, fibéa, en el sentido de ‘hebilla’ (Schneider, VKR XI, 120), ha de ser leonesismo por su terminación a. H. R. Lang, ZRPh. XVI, 428, cita en las Azores la copla popular «a tua língua tem ponta / que pica como cevella», y dice que es alteración local del port. sovela ‘lezna’ SUBELLA, pues habría otros casos de sustitución de o átona por otra vocal. ¿Será realmente así? El contexto no descarta una ac. ‘hebilla’, pero ‘lezna’ sería más natural.―

2 Invent. de Vic, Misc. Fabra, 158, escrito civella, grafía que reaparece en inventarios de 1410 y 1430, en el Spill de Jaume Roig, n. 13171, en Tirante el Blanco, etc. Hoy en el mapa boucle del ALF (153) el área de sivella no excede de los límites del catalán de Francia.―

3 FEW III, 489a, citado por Du Bois-Travers, diccionario de fuentes poco fidedignas en sus artículos no localizados. Las formas del Sur de Italia citadas por Wartburg presentan el desarrollo normal de FL-, y por lo tanto nada tienen que ver aquí.―

4 T. A. Sánchez imprimió fruiela; Janer, que dice haber cotejado su edición constantemente con el códice O, rectifica siviella; Morel-Fatio (Rom. IV, 50), que no parecía conocer las formas modernas y catalanas con c-, da como evidente la enmienda fiviella; Willis lee fiviella en O y fevilla en P, por desgracia sin hacer observación alguna. Como la s larga y la f son muy semejantes, quedamos en duda. ¿Pecan M-Fatio y Willis por ignorancia, o es Janer el que se deja llevar por una reminiscencia de su cat. sivella? La verdad es que no parecen hallarse formas con s-, sino con c-, en las hablas y textos que distinguen los dos fonemas, pues es dudoso el mirand. sibella que cita M-L. (REW 3276) y no figura en el glosario de Leite de V. Sobiella ‘lezna’ se halla en Alex. O 2009d.―

5 M-L. (REW 1934) quiere suponer un *CIPELLUS como base de la forma asturiana, con disimilación de geminadas como en MAMILLA de MAMMA. Esto sería siempre arriesgado, y hay que rechazarlo porque prescinde del conjunto del problema.―

6 Comp. SUBULA > surva, sula, SUBILARE > sulvare, sulai, TURBULA > drula, etc., en la p. 168; para el tratamiento general de los grupos con L, vid. p. 154 y ss.―

7 No hay duda de que el paso de f- a Ȏ- es frecuente, sobre todo en las condiciones favorables a la disimilación que se dan en este vocablo y en el cat. sivella: en la provincia de Almería se oye muchísimo cebrero por febrero.―

8 Por lo que hace al asturiano cibiella, a diferencia del cat. sivella, etc., el significado de aquél lo pone algo aparte. Quizá ahí esta familia se roza con la del gasc. y aran. sibieu ‘varita flexible’, que nada puede tener en común con FIBELLA, y que será de origen prerromano. V. mi futuro libro sobre el habla del Valle de Arán.