HASTÍO, del lat. FASTզDէUM ‘asco, repugnancia’, ‘gusto excesivamente delicado’.
1.ª doc.: «hastio: fastidium», Nebr.
DERIV.
Hastioso [Nebr.], hoy anticuado por su duplicado culto fastidioso [APal. 101b, 286b, 99b]. Hastiar [h. 1600, Aut.], antes enhastiar [Nebr. «satio, fastidium affero», con su derivado enhastio; enfastiar, Covarr.; en Cespedosa analógicamente se ha pronunciado en el presente enfástio, enfástias, etc., y de ahí el sustantivo enfástio, que no hay razón para suponer previo, como hace S. Sevilla, RFE XV, 159]3; duplicado culto fastidiar [1463, J. de Lucena]; con el matiz moderno de ‘importunar, molestar’ es rarísimo todavía en el Siglo de Oro, donde sólo lo puedo señalar en el mejicano Rz. de Alarcón («¿Será razón que su pecho / fastidien y sus orejas, / en el tálamo con quejas, / y con celos en el lecho?», La Amistad castigada III, ii, 147).
1 Sánchez Sevilla, RFE XV, 144, quien supone una acentuación fástio, quizá sin razón.― ↩
2 En Canarias ‘inapetencia’, BRAE VII, 335.― ↩
3 De ahí pudo venir en mi opinión el port. afastar, port. ant. fastar ‘desviar’, ‘apartar’, ‘alejar’, que ya es frecuente en ambas formas, y con el sentido moderno, en el S. XIV (V. el glosario de Magne a la Demanda do Sto. Graal); fastar está también en la Eufrosina, S. XVI, puesto en imperativo para hacer desviar animales (cita de Fig.), y de la misma manera se emplea hoy en Galicia (Schneider, VKR XI, s. v.); gall. ant. fastarse ‘apartarse’ (MirSgo. 113.28), afastarse (Ctgs. 233,43), hoy es también gallego («afastoume d’aquela xuntanza» Castelao, 180.1 y passim). El paso de fastiar a fastar es normal, comp. cristão ‘cristiano’, bêsta ‘bestia’, lidar ‘lidiar’, termo, estudo, chuva, furna, etc. El tránsito semántico no deja de ser comprensible: pensemos en el amante que se hastía y aparta de una mujer, en el glotón que acaba por alejar de sí los manjares. Moraes cita de las Ordenações Afonsinas las frases afastar-se da demanda «nƟo proseguir nos seus termos», afastar-se do contrato «nƟo o cumprir», que apenas distan un paso del enfastiar-se da leitura das novelas «cansar-se, desgostar-se» que el mismo lexicógrafo anota en Menina e Moça. Nótese también el sentido del gallego del Limia fastar ‘andar hacia atrás, retroceder’, J. Lorenzo Fernández, RDTP IV, 87. Es notable también la frecuencia con que el idioma antiguo emplea nuestro vocablo en sentidos morales y figurados, como fastar da conversação en el Leal Conselheiro, S. XV, cap. 46, ed. París, 1842, p. 261; en el cap. 98, p. 476, el mismo Don Duarte recomienda al que traduce del latín emplear palabras «respondentes ao latym, nom mudando h?as por outras, assy que onde el desser per latym scorregar, nom ponha afastar». No creo que haya aquí ninguna indicación de que afastar tenga otro sentido que el ordinario, ni de que sea palabra incorrecta o de origen extranjero, sino que el rey recomienda sencillamente que si el modelo latino dice labi ‘deslizarse’ (escorregar-se en port.) no se traduzca aproximadamente por ‘desviarse’. Creer que derive de fasta ‘hasta’ (forma que además apenas existe en portugués antiguo, donde ya es general el moderno até o atá), me parece una idea tan descabellada desde el punto de vista semántico y formativo que es extraño la aceptaran Coelho, M-L. (REW 4077) y otros. De una manera general, nada se conoce en árabe ni en germánico que se parezca a afastar, y como ha sido creencia común la de que sólo aquellas lenguas, en suelo portugués, habían dado palabras no latinas con f, es natural empeñarse en buscar y rebuscar una etimología latina para afastar. Sin embargo se ha visto en nuestros días que hay también allá un filón prerromano con efes. Lo cual invita a poner en grave duda los fuertes equilibrios y combinaciones semánticas a que obliga la derivación de FASTIDIUM y tomar muy en serio la hipotética etimología sorotáptica que propuse y publiqué en los Coloquios Prerromanos de Salamanca de 1974 (V. allí).↩