HAMPA, ‘vida maleante’, origen incierto; puede sospecharse que gente de hampa, aplicado a los bravos o rufianes, significase primitivamente ‘gente de armas tomar’ y procediese del fr. hampe ‘fuste de lanza y de otras armas’, palabra a su vez de origen incierto.
1.ª doc.: hampa, 1605, Pícara Justina.
Finalmente, en un texto llamado Relación de cosas notables sucedidas en Córdoba en 1618, tenemos al parecer un sentido diferente, todavía no peyorativo, pues se trata de un funcionario de justicia: «a todo esto estuvo dispierto el alguacil, y con ser un hombre valiente y de la hampa1, estuvo hincado de rodillas pidiéndole a Dios perdón de sus pecados y esfuerzo para salir de aquel lugar» (M. P., Floresta de Leyendas Épicas II, 223.20). Hay variante gráfica ampa, que es la que figura en la 2.ª ed. de las Novelas Ejemplares, en la edición Rivadeneira de Quevedo y en otras modernas, pero creo seguro que la h fuese aspirada en vista de la forma la del artículo que precede a hampa constantemente en los textos clásicos, y en efecto hoy se pronuncia jampa en Chiloé, donde ha tomado el valor de «persona mala, mal engendro; generalmente se aplica a los muchachos pícaros, traviesos» (Cavada, p. 67). En el documento de 1618 me parece significar hombre de pelo en pecho o de armas tomar, y es muy posible que hombres o gente de hampa2 se aplicara primitivamente sólo a los rufianes y bravucones, como dan a entender las definiciones de Oudin y de Aut. y el sentido de hampón ‘valentón, bravo’, y que de ahí se extendiera después a las mujeres de mal vivir, a los ladrones y gente maleante en general.
Más datos, Cej. VI, § 22. Si esto es así, el vocablo pudo salir del fr. hampe ‘fuste de lanza y otras armas’, cuya variante antigua hanste se aplica a menudo a toda la lanza, y se ha tomado como símbolo y cifra de las armas en general: «bons rois conquerere doit adès porter ainte» en el Rouman d’Alixandre (God. IV, 414c); recuérdese también que en la casa de Monipodio estaban en lugar muy visible dos espadas de esgrima y dos broqueles de corcho (p. 273).
En cuanto al fr. hampe, que ya sale en la primera mitad del S. XVI, es alteración del antiguo hanste, que a su vez lo es del lat. HASTA, aunque no está bien explicada la -p- moderna, pues no satisfacen ni la explicación de A. Thomas y Bloch (cruce con empe, variante lorenesa de ente ‘injerto’, pero véanse las objeciones de Gamillscheg, EWFS, y del FEW IV, 393) ni la de Gamillscheg y M-L. (REW3 429: lat. AMPLA ‘asa’, ‘empuñadura’, con pérdida de la l en la pronunciación tardía y h- por cruce con hanste); en cuanto a la h aspirada y la n de hanste, se explican por influjo de un equivalente fráncico del ingl. handle ‘mango’ o del alem. handgriff, handhabe, íd.
Para asegurar el origen del cast. hampa haría falta poder señalar en francés la frase gens de hampe o algún empleo jergal de este vocablo en el idioma de origen (nada veo en God., Littré, Sainéan ni diccionarios de argot). Mientras tanto, la etimología permanece insegura. Pero desde luego es preferible a la de M-L. (REW 9147), que relaciona con el it. vampa ‘ardor’ (el cual a su vez es muy dudoso que proceda de VAPOR), de donde se habría pasado a ‘baladronada’, pero ni esto satisface semánticamente ni se explica así la h castellana.
DERIV.
Hampesco. Hampo ‘perteneciente al hampa’ [mancebitos hampos, en Cervantes, El Rufián Dichoso, Jorn. I]. Hampón3.
CPT.
ES dudoso, según observa Puyol (III, 134), si el caçahampo de la Pícara Justina viene de ahí o de ampo ‘blancura, inocencia’.
1 Hay variante champa, que el editor sospecha ser resultado de un cruce con charpa ‘tahalí’.― ↩
2 Así sin artículo lo registra Terr. La forma con artículo se deberá a influjo del secundario hampa en el sentido de ‘gente de mal vivir’.― ↩
3 Aut. le da la ac. ‘hueco, ancho, pomposo’, citando el pasaje de Ant. de Solís: «aquél sí que era galán, / airoso, hampón y alentado, / donde en efecto lucía / la persona su trabajo». Haría falta ver el contexto, pues sin él puede entenderse ‘valiente’ (comp. galán y alentado). Así parece hacerlo la Acad. al entender (ya 1843) hampón como «valentón, bravo», ac. a la cual en el S. XX se ha agregado la de «bribón, haragán». Por otra parte el DHist. cita un ej. del adjetivo ampón, aplicado a fuentes en Moreto, con sentido que me parece oscuro, a pesar de la definición que le da dicho diccionario «amplio, repolludo, ahuecado». ↩