GUADAPERO, ‘peral silvestre’ probablemente del gót. *WALTHAPAÍRS íd., compuesto de *WALTHS (o *WALTHUS) ‘bosque’, ‘desierto’, y *PAÍRS ‘peral’.

1.ª doc.: Nebr.: «guadapero: pyraster, pyrastrum; acras»1.

Juan de Padilla (1521): «que nos parecía mayor que el encina / un guadapero, que mucho no dista / del árbol que tiene renombre de espina» (NBAE XIX, 398a). Lo registran también Percivale (1591), Covarr., Oudin y Aut.; Oudin da además guadapera ‘fruto del guadapero’. Hoy se conserva gadapero o guapero en Cespedosa de Tormes, en el sentido de ‘espino que produce una fruta comestible’ (RFE XV, 276); galapero ‘guadapero’ en Ciudad Rodrigo (Lamano) y en Extremadura (BRAE IV, 91), que en esta última región se altera también, por etimología popular, dando galapaguero. Sarmiento, a mediados del S. XVIII da garupero ‘peral silvestre en que se injieren los perales’ como forma del Bierzo (CaG. 142v), carupero; Máximo Laguna (h. 1865) galapero o guapero; en vista de la forma del Bierzo, es posible que tenga el mismo origen el port. carapeto [Fernandes Ferreira, a. 1612; Monteiro, fines del S. XVIII; Moraes] o carapeteiro [Abellar Brotero, fines del S. XVIII] íd.2 Supone la Academia que guadapero venga del flamenco waldpeer íd., lo cual no es posible, porque en el S. XV, cuando escribía Nebrija, no había habido contactos directos entre España y Flandes.

Sin embargo podemos partir de la forma gótica: correspondiente, pues la formación de compuestos en wald- ‘bosque’ para designar los árboles silvestres es común a todos los idiomas germánicos. A la verdad no nos consta cómo se llamaban la pera o el peral en gótico, pero es de suponer que este idioma tomara la palabra latina pĭrus, como hicieron las demás lenguas germánicas: ags. peru (ingl. pear), neerl. peer, fris. orient. pêre, a. alem. ant. bira, a. alem. med. bir (de cuyo plural birn procede el alem. birne). Este latinismo gótico pudo tener la forma *PAÍRS (pron. pĕ¡rs) (o quizá *PÊRS). En cuanto al vocablo para ‘bosque’, tampoco está documentado en los textos de Úlfilas; la comparación del a. alem. ant., b. alem. ant., fris. ant. wald, neerl. woud, ags. weald, escand. ant. v྿llr (que en parte significan ‘bosque’ y en parte ‘landa’, ‘yermo’, ‘desierto’), conducirían a suponer un gót. *WALTHUS, que combinándose con *PAÍRS daría *WALTHUPAÍRS; pero como los nombres de tema en -A (tema cero en gótico) son mucho más frecuentes que los en -U, aquéllos invaden el terreno de éstos en muchas lenguas germánicas, de suerte que un gót. *WALTHS no es inverosímil, y más fácil es todavía esta intromisión en el compuesto (comp. gót. aírthakunds, compuesto de aírthô), de suerte que la forma *WALTHAPAÍRS que sugiere el castellano es muy verosímil en gótico.

Es sabido que la TH gótica se sonorizaba muchas veces en D en la Península Ibérica, y que esto ocurría con especial frecuencia tras consonante (vid. M-L., Roman. Namenstudien; Misc. Fabra, p. 131, comp. 112 y 114); esto nos lleva a una base romance *WALDAPÉRUS, que con la asimilación de LD en -(l)l-, estudiada por M. P. (Oríg., 305-6), explica directamente la variante *gualapero > galapero3. En cuanto a la desaparición de la L en la forma de Nebr. guadapero, su explicación es menos clara; pero tengamos en cuenta que un compuesto en gualda- estaba absolutamente aislado en castellano, junto a los numerosísimos en guarda-: de ahí *guardapero, y la disimilación hizo el resto (comp. guardarnés > guadarnés, guarda-apero > guadapero ‘mozo de segador, que le guarda los aperos’).

1 Ésta es forma del bajo latín, conservada en el nombre botánico del peral silvestre: pyrus achras; comp. haut-manceau égrassiau «poirier sauvage», Dienne agrinle íd., y el tipo ibero y galorrománico agraz, agràs, ‘uva agria’ (FEW I, 18a).―

2 Colmeiro II, 369.―

3 Sin esta asimilación el vocablo parece haberse conservado en Guadalix (Madrid), aunque allí gualdaperra ha pasado a ser el nombre del digital; lo mismo significa gualdraperra en Cespedosa de Tormes (RFE XV, 277).